Nos los topamos en el trabajo, haciendo fila para pagar en el supermercado, recogiendo al chiquito del kínder, en la clase de spining y hasta en el almuerzo familiar de los domingos.
Son personas comunes y corrientes; a simple vista no hay nada excepcional en ellos. Pero, detrás de la puerta de su vida privada esconden un secreto, íntimo y subversivo a cualquier mandato de la sociedad conservadora.
Ellos son swingers , es decir, parejas que intercambian compañeros para tener relaciones sexuales.
De esto trata la serie documental de Discovery Channel Secret Sex Lives: Swingers , de mostrar que los swingers pueden ser sus vecinos, que no son depravados ni enfermos sexuales, sino personas que han optado por vivir su sexualidad de una forma distinta a como lo hace la mayoría de la gente.
La serie se transmite a partir del miércoles a las 9 p. m. y su picante no está en ver a las mujeres en ropas ligeras o en los besos que se dan en las fiestas de jacuzzi –algo que el programa no censura– sino en los conflictos emocionales que se desencadenan entre las distintas parejas.
De tal forma Secret Sex Lives: Swingers pone en evidencia que en la esfera de la libertad sexual hay reglas, corazones rotos, rencores e infidelidades; es decir, los swingers afrontan la misma montaña rusa que cualquiera que tenga una relación “cerrada”, con los mismos riesgos, ilusiones y llanto.
No obstante, la manera en que estos libreamantes lidian con tales conflictos es muy diferente a como lo haría una persona con una sexualidad tradicional, pues sus formas de interacción son totalmente distintas, así como los detonantes de los problemas de pareja. Por tal motivo, la serie la podemos consumir con una mirada antroposociológica, o como simples voyeristas.
Muy de cerca. Secret Sex Lives: Swingers se enfoca en varias parejas residentes, casi todas, en suburbios de grandes ciudades estadounidenses.
La cámara sigue a los protagonistas en su vida normal, así como en su faceta más íntima.
Se registran de igual forma las decisiones que toman para las finanzas de la casa y el cuido que les dan a los hijos, así como la interacción que tienen con otras parejas swingers.
Estos relatos son intercalados con entrevistas a los protagonistas, quienes explican, en el contexto de cada situación, el por qué de su comportamiento, al tiempo que revelan los códigos del “mundo swinger”.
Los swingers de esta serie presentan una clara contradicción; por un lado están orgullosos de su estilo de vida y de lo funcionales que son sus familias, pero por el otro se aferran a la clandestinidad, a ocultar del resto lo que hacen en la intimidad del dormitorio. La razón: temen ser juzgados y rechazados por aquellos que no los entienden.
Todos esos miedos, blindados tras el muro de los secretos, quedan expuestos en la serie. Las parejas salen del clóset swinger , y la interacción con sus familiares y la comunidad en que habitan, una vez que su estilo de vida queda expuesto, es otro de los ingredientes que le pone sabor a Secret Sex Lives: Swingers.