Los dolores de cabeza tras el regreso de la oveja negra de la familia Rayburn están por acabarse, pues la serie Bloodline llegará a su final con la tercera temporada.
El drama inició cuando Danny (Ben Mendelsohn), regresó a casa en el cuadragésimo quinto aniversario de bodas de sus padres, Sally (Sissy Spacek) y Robert Rayburn (Sam Shepard).
Su presencia les puso los nervios de punta a todos, pues los secretos que la adinerada familia había conservado por años, ahora estaban en peligro.
Después de todo, Danny era el único con las agallas para hacer que ciertas verdades salieran a flote en el poblado de Los Cayos, en Florida.
Pero nadie hubiese podido anticipar la magnitud del caos que estaba por venir. De hecho, el final de la segunda temporada dejó a los seguidores de esta serie original de Netflix con la boca abierta, pues uno de los Rayburn cometió un asesinato brutal (cuando menos, esta vez no era alguien de la familia).
“Este final lanza más porquería, en lugar de proporcionar cualquier tipo de soluciones, dejando tanto suspensos emocionales como . La segunda temporada comenzó con lo que parecía una limpieza, pero el lío solo ha crecido más y más”, advierte el portal de The A.V. Club.
Sin embargo, el dilema de los Rayburn pronto deberá llegar a su culmen, pues en setiembre pasado Netflix anunció la cancelación de la serie.
Pese a que los productores de Bloodline habían anunciado que tenían material para seis temporadas, el estado de Florida eliminó los incentivos fiscales para la industria fílmica, lo que terminó por sepultar esta serie.
Véalo. Viernes 26 de mayo. Netflix