Algunas cosas nunca cambian... y eso es lo que parece ocurrir con Hung, el atractivo y divorciado entrenador y profesor que, en la plenitud de sus mozos 40 años, intenta redondearse algo de dinero extra mediante la venta de su “herramienta ganadora” a las mujeres.
Facturada por HBO pero presentada por Cinemax, la comedia de media hora, creada por Colette Burson y Dmitry Lipkin ( Los Ricos ), y protagonizada por Thomas Jane, Jane Adams y Anne Heche arriba en su tercera temporada con más alocadas aventuras de este singular gigoló.
Situada en los suburbios de Detroit, Hung sigue girando alrededor de los esfuerzos poco ortodoxos de Ray Drecker (Jane) para llegar a la quincena.
Retomando aproximadamente seis meses después del final de la segunda temporada, la nueva emisión comienza con Ray y su dudosa proxeneta Tanya (Adams) tomando cartas en el asunto de sus finanzas justo en medio de la (todavía) infortunada recesión económica.
Es así como abren el Centro de consultoria para la felicidad de la mujer , una fachada de su negocio gigoló que termina con seminarios sobre “la vida orgásmica” dirigida por Tanya y “asesorías privadas” con Ray.
Entretanto, a medida que su negocio comienza a dar dividendos, Lenore (Rebecca Creskoff – Mad Men, Curb Your Enthusiasm ) busca vengarse después de que Ray y Tanya le robaron su idea de “lifestyle”, y transforma a un mozo de 25 años de nombre Jason (Stephen Amell, permanente ahora en la nueva serie The Vampire Diaries ) en un prostituto para que compita con Ray.
¿Seguirán siendo fieles la pequeña lista de clientes al viejo y más sensible Ray, o se dejarán llevar por el joven y atractivo mozo?
Para los no iniciados, no será difícil colgarse de la trama, pero sí es oportuno un poco de contexto.
Y es que, como ya se sabe –y lo corroboraron millones de estadounidenses durante la crisis del 2009– los malos momentos requieren soluciones heroicas, y la situación de Ray Drecker no podría ser peor.
De leyenda del deporte en la secundaria a maduro profesor y entrenador del equipo de básquet escolar, divorciado y luchando por mantener a sus hijos, su arruinada casa se incendia.
Buscando un segundo empleo, Ray decide usar su mejor herramienta en un intento desesperado por cambiar su suerte. Sin embargo, su atractivo físico no necesariamente está alineado con su fortuna, de ahí que le ocurran incontables percances en su “trabajo extra”.