En la Tierra reina la paz. Largos años han pasado desde que nuestro planeta fue el escenario de la última batalla entre Autobots y Decepticons; los robots provenientes del planeta Cybertron dejaron de visitar nuestro mundo y el conflicto de los Transformers fue olvidado por la humanidad. Reina la paz.
Si los humanos olvidan, Bumblebee recuerda. El afamado Autobot se convirtió en un agente de policía cybertroniano; más allá de su popularidad, Bumblebee ha optado por una vida dedicada a mantener la paz.
Sin embargo, algunas cosas no están destinadas a permanecer en silencio; la humanidad y la guerra –incluso una entre robots que provienen de un planeta lejano– siempre se las ingenian para reencontrarse.
La pacífica existencia de Bumblebee se ve interrumpida cuando se le aparece una visión de Optimus Prime, el legendario líder de los autobots, al que se le daba por muerto desde hacía tiempo. En esta visión, Optimus urge a Bumblebee regresar a la Tierra, indefensa ante la aparición de una nueva, misteriosa amenaza.
Acostumbrado a ser una confiable mano derecha más que un líder, Bumblebee debe ahora dar un paso al frente y demostrar que está a la altura del desafío. El autobot viaja a la Tierra, acompañado por Sideswipe y Strongarm, un par de jóvenes robots con poca experiencia y muchos bríos.
Una vez en nuestro planeta, el trío descubre que una nave que hacía las veces de prisión de máxima seguridad se ha estrellado aquí.
Pronto descubren que más de un centenar de prisioneros han escapado de la nave. Su deber no es otro que capturarlos y llevarlos de vuelta a sus celdas, evitando de paso mayores daños a la Tierra.
Producida por Hasbro, esta nueva rama en la historia de los Transformers coloca sobre los metálicos hombros de Bumblebee la responsabilidad de restaurar el orden y la paz.