Desde que era una niña, la modelo, actriz y presentadora cubana Sissi Fleitas vivió de cerca la magia que esconde un escenario y las luces que habitan en cada uno de sus rincones.
Cuando tan solo tenía 15 años, se unió como conductora del programa Sábado conmigo , que se transmitía por Cubavisión. Sin embargo, para ese momento ya soñaba con trabajar en Sábado Gigante , junto con don Francisco.
En busca de ese sueño dejó su país natal y emprendió vuelo hacia México y, posteriormente, a los Estados Unidos. Allí, luego de participar en un castin y varios meses de espera, finalmente, en 1998, recibió la llamada que la invitaría a unirse al reconocido programa .
Durante casi ocho años, Sissi se convirtió en la coconductora del espacio (al igual que lo hiciera Lili Estefan durante 12 años), lo que le valió un gran reconocimiento en su carrera. Sin embargo, como ella misma lo dice, es mucho más que un rostro bonito.
Confiesa, además, que para ella es importante retribuir un poco de lo que ella ha recibido en su vida. Es por ello que no dudó en aceptar la invitación de ser presentadora en la Teletón Costa Rica 2012.
¿Qué expectativas tiene de su viaje a Costa Rica?
Esta es la primera vez que visito el país. Me habían invitado en ocasiones anteriores para la Teletón, pero por compromisos profesionales no había podido aceptar. Estoy muy contenta de ir porque sé que es un lugar maravilloso y tengo varios amigos costarricenses.
Ha declarado que le gusta colaborar con este tipo de causas.
Sí, es cierto. He participado en la Teletón de Chile, en la de Honduras, en Panamá y espero hacer algo en la de Estados Unidos. Creo que esto es muy positivo para el ser humano, el poner un granito de arena para recaudar dinero para la Teletón, y además hacerlo de una manera grata y amena. Esto es una oportunidad maravillosa para crecer.
¿De qué forma lo hace?
Es una sensación magnífica. Cuando se terminan todos los meses y horas de trabajo para cada una de las personas que allí participan, y ves que se recogió el dinero y que puedes ayudar a otras personas, vuelves a tener esperanza.
Hace un par de años radica en México. ¿Por qué esta decisión?
Porque tenía la posibilidad de desarrollarme en otras áreas de mi carrera. Actualmente, estoy trabajando en varios proyectos, entre ellos un programa que conduciré el próximo año, además de participar en dos películas. Hay varias cosas pasando en mi vida.
¿Qué nos puede contar de ese proyecto televisivo?
(Ríe) Solo te puedo decir que es algo que siempre quise hacer en mi vida y que será transmitido en cadena nacional. Este programa es mi sueño hecho realidad.
¿Por qué lo es?
Desde que llegué a la televisión, hace muchos años, y no te voy a decir cuántos (ríe), siempre he querido tener mi propio programa. Creo que he sido muy afortunada por haber estado casi ocho años en un programa como Sábado Gigante con don Francisco. De hecho, acabo de estar con él en la celebración de los 50 años del programa. Allí aprendí muchísimo, pero, definitivamente, que este es mi sueño y lo haré.
¿Siente un mayor compromiso en esta nueva etapa?
Digamos que es mucho más divertido, más libre. Es bueno tener un coconductor, pero cuando estás a cargo de un programa es mucho más libre la forma en la que quieres relacionarte con el público. Esto es un reto mayor y, por ende, una responsabilidad mayor.
¿Cree que en México ha podido explorar todas sus facetas?
Cuando vienes de estar en un programa como Sábado Gigante , el programa hispano con más años en la televisión, puedes llegar a sentir que hay un tope. Yo soy latina y me encanta nuestra cultura, así que sentí que en México podía hacer todo lo que me gusta. Su comida, su música, todo es único. A nivel profesional he crecido, tanto en la conducción como en la actuación.
¿Y el canto a dónde queda?
El canto va a ser parte de mi programa. Siempre admiré muchísimo a Raffaella Carrá, porque lograba mezclar toda esta variedad musical con un programa de televisión. Es lo que se me antoja realmente. También se me antoja muchísimo en un teatro, pero existe una gran diferencia en sacar un disco, por ejemplo. No es mi prioridad sacar otro disco y para poder hacerlo hay que tener vocación. Yo soy de la pequeña pantalla.
Ahora que menciona el teatro, ¿sigue siendo su prioridad?
Sí, claro que sí. Tengo planeado hacer teatro musical porque siempre me ha encantado.
¿Considera que este programa es la consolidación de su carrera?
Yo siento una gran satisfacción, porque cuando han pasado años y uno logra las cosas que se propone no queda otra emoción. A mí las cosas me han costado muchísimo y creo que uno así las aprecia más. No es lo mismo ahorita que cuando comencé en Sábado Gigante , por ejemplo. Esos ochos años, al lado del “don” de la tele son una universidad con posgrado. Definitivamente, es algo satisfactorio y algo que te llena y que quieres regalar.
¿Cuál fue la mejor lección que aprendió de don Francisco?
Han sido tantas, que es casi imposible decir una. Definitivamente, la perseverancia. Ahora que estuve con él en Miami, en la grabación del programa del 50 aniversario, estuvimos casi dos horas platicando en su camerino y eso me quedó claro. Las historias de él son increíbles, porque él también creció de la nada y casi le cancelan su programa. La TV es de gotita a gotita y la perseverancia es indispensable en esta carrera.
Es considerada una de las mujeres más bellas del mundo. ¿Este título le incómoda?
Yo creo que una mujer que no sea vanidosa no es mujer. A todas nos encanta arreglarnos, vernos bien y que nos digan piropos. Si te dijera lo contrario, sería mentira o falsa modestia (ríe). Cuando uno se siente bien y se mira bien, da lo mismo si eres alta, pequeña, flaca o con algunos kilos de más. Esa es la energía que proyectas y que todo el mundo va a recibir. Si verte guapa es parte de verte bien, pues adelante.
¿En algún momento de su carrera le tocó demostrar que era más que una cara bonita?
Todo el tiempo. Creo que todavía vivimos en un mundo que prejuzga por las condiciones típicas de cada uno. No porque veas a una mujer extremadamente bella significa que sea tonta o al revés. Sí me ha tocado, porque creen que porque te ves bien, tu cerebro no puede ir mucho más allá. Lo bueno es que siempre se golpean con ese cliché (ríe).
Su madre, Dinorah Arguello, es su mánager. ¿Es fácil separar la relación entre ustedes?
Sí, claro. Ella es mi mano derecha en todo lo que hago.