La ciudad de Charleston, en Carolina del Sur, es el escenario en el que el exitoso abogado Jamie Sawyer y Lee Anne Marcus, una agente policial, se ven forzados a ocultar su intensa y explosiva atracción, luego de que sale a la luz pública un escándalo sexual en el organismo al que la hermosa oficial pertenece.
Cuando ambos protagonistas creen que nada podría empeorar su situación aparece un tercero en discordia: Roy Rayder, Fiscal General de la ciudad. El hombre en cuestión está dispuesto a todo por conquistar a Lee Anne, sin importar que eso implique comprometer su ética moral y laboral.
Ese es solo el preámbulo con el que la serie Reckless , que se transmite los martes por Cinemax, invita al televidente a engancharse con su trama, en la que la lujuria y la ley se dan de tú a tú en el “ring” de la vida.
Y es que no podía ser diferente, pues estos caballeros, a los que más de una mujer podría considerar como los hombres que ellas quisieran tener a su lado, se roban el corazón de cualquiera con las acciones que emprenden para proteger a la codiciada agente.
Repaso fugaz
Lo que viene a complicar más la situación en este triángulo amoroso en formación es que, tanto Sawyer como Rayder, debaten tanto dentro como fuera de los tribunales y no precisamente de los casos que a ambos les atañen.
En los 13 capítulos de esta primera temporada, y de una hora de duración, se verá la lucha de poderes entre ambos hombres, ya que los dos se definen como los reales y verdaderos defensores de una verdad absoluta.
Por ejemplo, en el segundo episodio, Jamie y Roy toman dos casos de clientes en los lados opuestos de una custodia legal. Sus vidas toman un giro inesperado cuando el fiscal tratará de dilucidar qué hacer con el material faltante de una cinta sexual que involucra al departamento de policía al que pertenece Lee Anne Marcus. A partir de allí comienza a revelarse uno que otro secreto oscuro de este comando.
La trama seguirá su curso cuando la demanda de esta agente contra el departamento de policía continúa siendo escándalo en la ciudad. El juez que lleva el caso sugiere, a ambas partes, que lo mejor para todos es finalizar el asunto con un acuerdo.
Cada uno de los involucrados siente que tal “sugerencia” es una verdadera ofensa a la labor que han emprendido por sustentar sus argumentos. Lo que en un inicio parecía ser la solución más viable, acaba por convertirse en el detonante de la más despiadada batalla profesional.
Lo cierto es que, más allá de quién tiene la razón en esta demanda, sus protagonistas son la amenaza latente que está a punto de terminar con esa fachada gentil y tranquila, de la que solo una ciudad como Charleston podía presumir.