Esta es la última oportunidad para llegar a ser alguien en el deporte más popular en los Estados Unidos. Pero las piezas fueran rechazadas por otros equipos ¿Cómo formar un cuadro competitivo con fichas problemáticas?
Esta es la pregunta que explora el documental transmitido por Netflix Last Chance U .
La segunda temporada se estrenará esta semana y continuará los pasos de la producción que pone el foco sobre los Lions, el equipo de fútbol americano que representa al East Mississipi Community College (EMCC).
Este centro educativo estadounidense se caracteriza por aceptar jugadores que tienen talento suficiente para jugar en la Division I (la liga universitaria más alta) pero arrastran un rendimiento académico mediocre. Además, han demostrado un comportamiento problemático que los veta de participar en otros centros académicos de mayor prestigio y renombre.
Para permanecer en el equipo de Lions, los jugadores deberán someterse a una rutina de estudio exigente, que impulsa a los muchachos a avanzar poco a poco para alcanzar su sueño.
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Last Chance U realiza un seguimiento de la evolución de estos jugadores problemáticos a lo largo de la temporada. Los directores Greg Whiteley y Adam Ridley realizan un acompañamiento exhaustivo de ellos y su evolución a lo largo del certamen.
La producción, compuesta por seis episodios, introduce la relación de los profesores, entrenadores y padres de familia con los jugadores. Incluso se puede llegar a decir que tiene tintes de reality show .
Last Chance U realiza un gran trabajo al narrar la evolución de los personajes y además se deja tiempo para profundizar en la personalidad , sus anhelos, su voluntad de superación, sus promesas, su faceta machista y prepotente… Pero también deja un espacio al fracaso, que además está presente constantemente en el deporte. No todos los equipos pueden ser campeones y no todos los talentos llegarán a triunfar sobre la gramilla.
Netflix ha sacado jugo a un caldo de cultivo muy fructífero de historias personales que enganchan. El deporte es la excusa para llevar los personajes al límite y observar su potencial, con virtudes y yerros.