Más de seis millones de personas son acosadas o intimidadas a un punto extremo cada año en los Estados Unidos, y la mayoría de ellos conoce perfectamente quiénes son sus victimarios, esto de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El problema ha alcanzado tales dimensiones en las últimas décadas que la nueva serie de Investigation Discovery, La Obsesión , se convierte en una perfecta alternativa para analizarlo con lupa y, por qué no, tomar algunas previsiones.
En este programa –al mejor estilo de ese canal dedicado a la investigación forense– las mujeres víctimas de acoso comparten sus historias de supervivencia y cómo consiguieron librarse de esos seres obsesivos y peligrosos que las acechaban día y noche, hasta llevarlas al límite de la locura.
Las dramatizaciones de lo que experimentaron en la vida real, el impresionante manejo de cámaras y la carga emocional que significaron esas persecuciones, mantendrán al espectador con la adrenalina al tope.
Capítulo a capítulo se verá que la forma de proceder de los acosadores, casi siempre es la misma.
Al principio este tipo de persona se presenta como un nuevo pretendiente, un amigo inquebrantable, un compañero algo reservado o incluso, un vecino más atento de lo normal.
Sin embargo, con el paso del tiempo su comportamiento suele volverse insoportable, hasta que un movimiento en falso lo hace develar su verdadera identidad y lo que es peor, sus tenebrosas fantasías.
Cuando sus víctimas quieren escapar, los acechadores son capaces de llegar hasta lo inimaginable con tal de no renunciar a sus oscuros deseos. En el camino, las mujeres y sus familias sufren un tormento incontenible que será puesto en evidencia todas las semanas durante Obssesion: Dark Desires (su nombre en inglés) , una producción que de October Films para ID.
Cada caso será analizado por psicólogos forenses que penetrarán en las mentes de las víctimas y sus victimarios, con el fin de mostrar cómo las personas y sus vidas pueden verse afectadas por encuentros intensos y aterradores. Para salir de ese infierno y retomar sus vidas, la mayoría de los afectados requieren de tratamiento psicológico y mucho tiempo en procura de sanar sus cicatrices.
Vidas trastocadas
La primera temporada de esta serie consta de 10 episodios, de una hora de duración. Entre las historias que se recrearán está la de Sarah Paging, quien a los 19 años y siendo ya madre de tres hijos se traslada a Las Vegas para comenzar una nueva vida.
Ilusionada a más no poder, consigue trabajo en una gasolinera y hace nuevos amigos. Todo parece espectacular para esta chica, hasta que descubre que su compañera Cheri ha sido asesinada y ella también comienza a recibir llamadas anónimas y abusivas. Con el alma hecha un puño, debe tomar medidas radicales para protegerse a sí misma y a sus hijos antes de que sea demasiado tarde.
Otro caso parecido es el de Krysti, una enfermera que parece tenerlo todo: un apartamento, un novio especial, una familia amorosa y un bebé que se gesta en su vientre para completar su felicidad.
Sin embargo, la tranquilidad de esta joven se trastoca cuando un día de tantos decide vender su auto deportivo y atrae la atención de una persona misteriosa que comienza a aterrorizarla.
Durante su embarazo, Kristy teme por su vida y la de su hijo, mientras el acosador se acerca cada vez más a ella y a sus seres queridos.
Para una Navidad de 1996 Mary Mclntyre también experimenta este tipo de pesadillas, cuando en el negocio que dirige junto a su madre, queda una vacante. Ella contrata a Jociel Bulawain, un hombre de unos treinta años con un currículum fuera de serie.
En las primeras semanas, Mary desestima el extraño comportamiento del empleado, sin darse cuenta de que el hombre está desarrollando una poderosa obsesión por ella.
Después de un comentario inapropiado Mary decide despedirlo y así da inicio a una campaña de 18 meses de llamadas no deseadas y regalos comprometedores. Ningún escondite parece ser suficiente para esta mujer acorralada. Una de las historias más terroríficas que recreará esta serie en las próximas semanas es la de Nikki Goeser, quien hoy todavía sufre la muerte de su esposo Ben, debido a los celos y la ira de su acosador. Él fue asesinado de un balazo en el bar en donde trabajaban por un hombre que se había obsesionado con ella.
“El hombre que nos hizo esto no tenía antecedentes penales ni ninguna enfermedad mental diagnosticada que le hubiera impedido poseer un arma de fuego. La única manera de protegerse contra este tipo de monstruos es actuando”, dijo Goeser en una entrevista con ID.
Y concluye: “Creo que la mayoría de la gente es intrínsecamente buena, pero también sé que hay personas malas que caminan entre nosotros todos los días”. Acudir a la policía, hablar con familiares, pedir una orden de restricción, son algunas medidas que harían diferencia.