Las fases de un secuestro son tres: el rapto, el rescate y la recuperación del trauma tras la privación de libertad. En Secuestrados se resume todo esto, paso a paso, desde las más lamentables capturas, hasta las macabras motivaciones para llevar a cabo estos crímenes.
La nueva serie del canal Investigation Discovery se detiene a repasar 10 retenciones que se convirtieron en las peores experiencias de vida de cada uno de los raptados. La motivación para desarrollar la serie partió de una cifra escalofriante: en Estados Unidos ocurre un secuestro cada dos segundos. De ellos, no todos tienen un final feliz, es decir, no todos concluyen en una liberación.
Kidnap & Rescue (por su nombre en inglés) retrata en su mayoría casos detenciones ocurridas en México, país que ocupa el nefasto puesto de “capital de los secuestros”. En otros capítulos también se ven crímenes que tuvieron lugar en Filipinas, Medio Oriente, Centroamérica, Sudamérica y Estados Unidos.
Con cada capítulo se desentrañan las distintas finalidades por las que se realizan estos crímenes. Algunos criminales buscan reclamar un rescate, otros los cometen para extorsionar o asesinar, unos se desarrollan virtualmente y hasta los hay en versión exprés. Existen también aquellos orquestados por redes dedicadas a la trata humana, explotación juvenil o explotación sexual.
Para ahondar hasta en los últimos rincones de los raptos, la serie Secuestrados echa mano de un experto –precisamente– en secuestros. Brad Baker, cabeza de la empresa de rescate HALO Corp., comparte en detalle los secretos que le han permitido salvar vidas y descifrar el modus operandi de grandes grupos organizados dedicados a los raptos.
“Los perpetradores no deben ser subestimados. La forma en la que se involucran tantas personas es sofisticada y compleja. Hay corporaciones transnacionales que ganan millones de dólares al año dedicándose a este tipo de crímenes”, explica Barker, quien, para acabar con un secuestro, lo primero que dice necesitar es la ayuda de las personas cercanas a las detenidas.
Además, el investigador insiste en los riesgos que existen cuando la gente expone su vida entera en redes sociales como Facebook. “El 20% de la población mundial usa esa red; a los tipos malos les resulta gratuito penetrar en ese 20% de la población. La popularidad de estas redes solo nos complica la vida. La gente realmente debería medirse con lo que pone, con todo lo que sube”, comenta.
El especialista asegura que el riesgo en los rescates es inminente y permanente, pero eso queda en segundo plano mientras que se pueda garantizar la seguridad de las víctimas capturadas.
La nueva serie de Investigation Discovery se estrena este martes 15 de julio.