Ocho años han pasado desde la muerte de Steve Irwin, pero es hasta ahora cuando su camarógrafo rompe el silencio y habla sobre los últimos minutos de vida del famoso cazador de cocodrilos.
El australiano Justin Lyon comentó en el programa Studio 10 que el día en el que Irwin fue atacado por una raya venenosa, todo el equipo de grabación le dijo que tuviera mucho cuidado y que pensara en sus hijos.
Sin embargo, él decidió seguir adelante con la grabación de un documental sobre los peligros de la vida marina.
“Con una extraña calma solo volteó y me dijo: ‘me estoy muriendo’. Me di cuenta que algo grave realmente había pasado cuando lo vi rodeado de un charco de sangre”, relató Lyon.
Comentó, además, que lo primero que hizo fue sacar del agua a Irwin para tratar de resucitarlo. Sin embargo, la herida de dos pulgadas de ancho sobre su pecho, era una clara evidencia de que no lograría sobrevivir.