Presentador de TV
En mi tiempo libre disfruto viendo Orange is the New Black . Esta famosa serie de Netflix narra de excelente forma la realidad de las cárceles estadounidenses, con un casting escogido al dedillo, encabezado por Taylor Schilling.
Schilling interpreta a Piper Chapman una mujer que llega a prisión por transportar dinero proveniente del narcotráfico y su situación –y la de la serie en general– me refleja y me hace pensar sobre la realidad de las cárceles costarricenses, en donde el 47 por ciento de las reclusas están ahí por venta y tráfico de drogas.
He tenido la oportunidad de visitar algunas cárceles de aquí y poder escuchar las historias de sus prisioneras, muchos de esos relatos se asocian a la búsqueda de una escapatoria a una situación económica en particular.
Recuerdo que en conversaciones con ellas me contaban que “vender droga era su única opción para mantener a sus hijos”, y eso me salta a la memoria cuando reproduzco un capítulo de Orange is the New Black .
Entre violaciones, madres solteras, drogas, pleitos y envidias he escuchado las historias de las reclusas ticas, y al ver esta serie me doy cuenta que sus realidades son muy parecidas a las ahí actuadas.
Mujeres luchadoras que en algún momento de sus vidas tomaron una mala decisión.
Orange is the New Black también nos muestra la otra cara de la moneda: casos de superación, donde uno realmente se emociona con las historias.
Recomiendo esta serie de Netflix para sus tiempos libres. Es adictiva. Me consumí las cinco temporadas completas junto a mi esposa, Cindy Villalta, en poquísimas noches.