La directora de Teletica Formatos, Paula Picado, tiene claro que la producción local y, sobre todo, propia, requiere una inversión muy alta y se desconoce si tendrá buenos resultados.
Sin embargo, el apoyo al talento nacional y probar nuevas plataformas llevaron a la televisora a invertir en La cualquiera , miniserie de cuatro episodios que costó ¢100 millones.
¿Por qué Teletica decidió invertir en La cualquiera ?
Me llamó la atención el trabajo de investigación y el libreto. Aparte de todo, el contenido es una ayuda para personas vulnerables a la trata de personas.” Era una muy buena oportunidad; sin embargo, significaba un riesgo importante para la empresa, es una inversión millonaria ” .
¿Cuáles factores influyeron para que asumieran ese riesgo?
Podría definir esto como una perfecta quijotada. La serie debió estar lista en el 2012, cuando se filmó, pero tuvimos un montón de atrasos en posproducción... Hubo que rehacer guiones, había tomas que no se podían repetir y tuvimos que meter un grupo fuerte en la parte de edición y posproducción.
¿Por qué una quijotada? ¿Siente que no tenían la capacidad para asumir una producción propia?
No es que no tuviéramos la capacidad. Fue una quijotada económica porque había un presupuesto y costó el doble. No teníamos referencia de cómo presupuestar algo que nunca habíamos hecho.
Al final, cuatro capítulos costaron ¢100 millones, pero el proyecto inicial constaba de 13 capítulos. ¿Fue por presupuesto que decidieron recortarlo?
13 episodios era muchísimo y lo importante era tener un excelente contenido. Por control de calidad, tomamos la decisión de hacerlo en cuatro episodios. Uno a la gente la tiene que dejar con ganas, no la tiene que saturar.
Al ser una miniserie con temática social, ¿el tema del mercadeo de imagen de la empresa influyó también para que decidieran invertir?
Claro, eso para nosotros fue importante, esto va a servirle a muchísimas personas. Siempre hemos tenido una línea social. Eso tuvo mucho peso a la hora de hacerla, que no era un contenido basura, sino uno muy valioso.
De haber sabido que iba a costar ¢100 millones, ¿hubieran aceptado la iniciativa?
Igualmente.
¿Fue más difícil vender espacios publicitarios para esta miniserie que para los productos usuales de Formatos?
Hay algunos que han creído en el proyecto, pero lógicamente les gusta invertir donde haya más seguridad. Al hacer algo diferente, genera más expectativas que algo en que ya se sabe cuál es el desempeño que tiene en cuanto a audiencias.
”El costo de la producción nacional es bastante más alto que el de un enlatado.
”Estamos probando esta nueva dinámica y veremos qué desempeño tenemos y qué apuesta puede servir para que a futuro los anunciantes puedan confiar a ojos cerrados en asumir el riesgo de la mano de la empresa”.
Manuel Granda, productor de Formatos, mencionó que no hay intenciones de exportarla. Si es de alta calidad y resultó tan costosa, ¿por qué toman esa decisión?
No hemos tomado esa decisión. Vamos despacio y esperamos tener éxito a nivel de audiencia.
¿Pero no se cierran a esa opción?
Sí hay posibilidades. Soley (Bernal) previó y recibió clases incluso hasta para el uso del español, que debía ser muy neutro. Sería interesante pensar en esa posibilidad.
Antes de analizar el proyecto de La cualquiera , ¿ya tenían interés en producir series propias de ficción y de drama?
Sí, por eso le dijimos a ella que sí. Hemos pensado que es una buena iniciativa y ya lo habíamos contemplado en algún momento.
¿Aunque les resulte más caro?
Pues sí.
Entonces. ¿ahora tendrán puertas abiertas para que productores nacionales les propongan nuevos proyectos?
Aquí se reciben gestiones a diario; unas se pueden concretar y otras no. Sin embargo, siempre hemos tenido la puerta abierta a productores locales y apuntados con aquellas a las que les vemos solidez.
¿De qué depende esa solidez?
Ya eso es un poquito de feeling.