Hace ya un tiempo que los nerds no piden ninguna venganza, y eso está bien. Los tiempos que corren nos ponen en otras condiciones en cuanto a las relaciones entre el comelibros de la clase y el muchacho que pasa sudando en la cancha, al menos en la televisión.
Los estereotipos persisten, pero al menos ahora las relaciones entre el inquebrantable nerdo y el cool incombustible parecen más fluidas, como lo quiere mostrar Max & Shred . Si esta fuera una comedia de los 80 o 90, Max hace rato que habría metido a Shred en un basurero, y nosotros le aplaudiríamos.
Esta serie de estreno explota esa veta de público a la que Nickelodeon le ha sabido agradar tanto: los muchachos que están en la transición entre la niñez y la adolescencia.
El mismo canal que transmitió alguna vez Sabrina, la bruja adolescente y que produjo Zoe 101 , trae ahora una historia de amistades juveniles entre varones que tiene como protagonistas a un científico precoz y a un deportista extremo.
La serie coquetea con las relaciones entre dos chicos que deben aprender a convivir juntos. La oposición de sus caracteres es aún más subrayada que la que el público joven conoció en otras parejas de muchachos de Nick, como Drake & Josh , o aun antes, Kenan & Kel .
Compas de crecimiento
La serie es una producción canadiense que se estrenó en su país de origen y en Estados Unidos en octubre del 2014. En febrero fue renovada para una segunda temporada.
Sus protagonistas son Jonny Gray, quien interpreta a la estrella del snowboarding Max Asher, y Jake Goodman, en el papel del estudioso Alvin Shred Akerman. La serie empieza cuando Max se muda al estado de Colorado a vivir con la familia de Shred, para estar más cerca de las montañas para practicar su deporte.
Las chispas entre ambos saltarán desde el primer episodio, pero muy pronto las cosas tomarán un giro inesperado cuando cada uno sepa qué se siente estar en los zapatos de su compañero.
A pesar de que hay una clara diferencia entre los protagonistas, ambos serán compañeros en ese desafío de atravesar la adolescencia juntos.
Ya no son tiempos de Salvado por la campana . Crecer puede ser una aventura colaborativa, y el compañero, el menos esperado.