Marjorie de Sousa: “Sufrí 'bullying' porque era poco agraciada”

Usted ya sabe que Marjorie de Sousa es hermosa. Lo que usted desconoce, es que esta rubia y espigada venezolana es un pan de Dios (como decimos en buen tico) y una mujer de sonrisa fácil. Al menos, esa es la percepción que tuvo quien escribe hace una semana tras conversar con ella vía celular, en Miami, sobre su Navidad y, por supuesto, de su personaje de Kendra Ferreti, el cual se luce en el país en canal 6 a las 6 p. m. en Amores Verdaderos.

¿Qué sabe de Costa Rica?

¡Pura Vida! Mae. Una vez hice escala y me dieron unas ganas de quedarme. Me han dicho que es hermosa y que la gente es muy cálida, se me antoja mucho ir.

Estamos a un par de días del 24. ¿Cómo celebra la Navidad?

Celebraré con mi familia: mi hermano, mi mamá y varios amigos vendrán a Miami. Vamos a mantener nuestros rituales como el de la cena con hallacas (tamales venezolanos) , pavo y ensalada. A medianoche entregamos regalos y ponemos al Niño en su cuna; el año pasado me regalaron uno bellísimo en México.

¿Y la despedida de Año Nuevo?

El 31 estaré en Nueva York despidiendo el 2013 junto al equipo de Univisión en una transmisión especial. Esta es la primera vez que voy, será impresionante...estoy muy emocionada.

¿Con qué costumbres cumple el último día del año?

Yo siempre preparo platillos como las lentejas, que son para la prosperidad. Me como las 12 uvas y guardo las semillas. También despido el año con inciensos y una oración de gracias por todo lo vivido y lo que viene de camino. Salimos corriendo con las maletas para viajar y me pongo calzones rojos o amarillos, dependiendo de lo que quiero (se ríe). Y hasta me meto dinero en el zapato para que nunca falte.

¿Cuál ha sido su balance del año?

Ha sido un año muy bendecido, increíble con lo que ha sucedido con la novela Amores verdaderos y la obra Perfume de gardenia . Por eso nosotros tenemos nuestra costumbre y el 21 de diciembre escribimos los 21 deseos para tu familia y el mundo. Y junto a una oración la doblas y la metes en la Biblia. Este año te juro que lo leí y sí se cumplieron, porque pedí cosas personales y profesionales.

¿Qué pidió para el 2014?

Algo muy, pero muy importante. Lo he pedido con todo el corazón y tiene que ver con mi carrera y mi vida personal. No te puedo decir porque no se cumpliría, pero te vas a acordar de mí cuando suceda, ya verás (se ríe).

Todo se paga aquí

¿En qué cree Marjorie?

En Dios primero que todo. Creo que todo lo que se hace mal se paga aquí. Sé que todo lo que decretas con tus palabras se proyecta en el universo, creo en que los sueños se hacen realidad y en que jamás hay que perder la fe.

¿Siempre fue bonita o sufrió del síndrome del patito feo?

(Se ríe) Totalmente. Cuando era niña sufrí de bullying . Fui muy sola, tenía una amiga nada más. Era súper flaca, usaba lentes y tenía frenillos; por eso se metían mucho conmigo. No me aceptaban en su grupo porque no estaba a su altura y sufrí mucho. Me decían la “Portu” porque mi papá era portugués. Fue bien fuerte y hoy comprendo que esa conducta es el reflejo de lo que que sucede en los hogares. Por eso es importante decirlo.

¿Usted es más corazón o razón?

Pesa más el corazón. A veces me parece que es horrible pensar mal de la gente, no suelo ser cautelosa. A mí la gente siempre me parece buena.

Hablando de buena, ¿trabaja con una fundación canina?

Sí. Es la Fundación Red de Apoyo Canino en Venezuela, todo el mundo trabaja freelance en la concientización de la población sobre la importancia de la adopción, el cese al maltrato animal y la esterilización. Yo cuando veo los perritos en calle me los quiero llevar todos para Venezuela. Es un trabajo maravilloso que también apoyamos por Twitter.

Con psicóloga para Kendra

Hablemos de su personaje en Amores verdaderos, ¿cuál fue el reto que encontró en darle vida a Kendra Ferreti?

El personaje en sí lo fue. Cuando me lo presentaron no quería caer en lo mismo de siempre, así que me inventaba unas historias y se las planteaba al director. Además teníamos a una adaptadora con un ingenio grandísimo para escribir la novela y darle a Kendra muchos matices. Como era un personaje tan inconforme lo que hice fue hablar con una amiga psicóloga en México para que me explicara de dónde venía la actitud de Kendra.

¿Eso fue lo que más le llamó la atención de Kendra?

Sí. Porque en una misma escena esa mujer pasaba de la risa al grito, sus cambios emocionales eran muy fuertes y al final uno termina extenuado. Posiblemente por eso conquistó al público, porque se acerca más a una persona normal; una que sufre de envidia. Aunque lo tenía todo, nada la hacía feliz... así hay mucha gente en este mundo.

¿Le dio un nuevo aire a su carrera?

Sí. Estoy muy agradecida con Nicandro Díaz porque me dio a conocer y me reencontré con nuevas caras de Marjorie.

Aquí todos quieren saber, ¿cómo se puede conquistar su corazón?

No soy tan difícil (se ríe). Me gustan los detalles simples, aunque parezcan tontos. No busco al príncipe azul porque no existe, pero sí una persona a quien pueda respetar y admirar.