Las historias de fantasía dicen que cualquiera podría ser un héroe. Cualquiera podría salvar al mundo... incluso una ordinaria figura de Lego.
Esta suposición nos llevará este sábado por la noche hasta Emmet, un ciudadano normal de una metrópoli de Lego, no muy bueno para el ejercicio pero con una gran actitud.
Por error, es identificado como una persona fuera de lo común, quien tiene la clave para evitar que la humanidad sea destruida.
“Eres el Elegido y la profecía dice que eres la persona más importante del Universo”, le revela Lucy (Elizabeth Banks), una especie de agente especial de esas que se ven a menudo en las películas de acción de Hollywood.
Es así como Emmet deja su trabajo como peón de una construcción para hacer equipo con grandes personajes de todos los tiempos, como Batman (Will Arnett), la Mujer Maravilla (Cobie Smulders), Superman (Channing Tatum), Linterna Verde (Jonah Hill), Han Solo (Keith Ferguson), C-3PO (Anthony Daniels), Gandalf (Todd Hansen), Shakespeare (Jorma Taccone) y el siempre memorable Abraham Lincoln (Will Forte).
Sin alguna vez haberlo sospechado, el chico pronto se verá inmerso en una búsqueda de proporciones épicas para dar con el paradero de un malvado tirano, quien, junto a un grupo de desconocidos, está listo para poner fin al mundo tal como hasta ahora se le ha conocido.
Emmet sabe que no es la persona adecuada para liderar la misión que se le he encomendado y, como el tipo bonachón que es, decide ser sincero con los superhéroes a quienes siempre admiró. Sin embargo, el poder del amor que se comienza a tejer con Lucy lo lleva a conseguir la confianza que necesita para acabar con el malévolo Presidente Negocios (Will Ferell).
Para esta producción animada, Warner Bros. eligió en el papel de Emmet a Chris Pratt, quien ya tiene algo de experiencia en esto de ser un superhéroe, pues también interpretó a Star-Lord en la cinta de Marvel Guardianes de la Galaxia .
La gran aventura Lego también cuenta con las voces de Morgan Freeman como Vitruvius, Liam Neeson en el papel de un policía cuasibipolar y de Shaquille O'Neal, simplemente como “Shaq”.
A diferencia de otras películas de este tipo, la cinta dirigida por Phil Lord y Christopher Miller no utilizó la técnica de stop-motion (animación cuadro por cuadro), pero los animadores digitales procuraron que todos las secuencias se asemejaran y mantuvieran las imposibilidades motoras de los Lego.
El resultado: “Un filme inteligente, con vívida imaginación, consistentemente graciosa, asombrosa ante la vista e insualmente profunda”, en palabras de la revista Slate .