En febrero de 2007 , el FBI lanzó oficialmente un nuevo esfuerzo de investigación denominado “Casos no resueltos: derechos civiles de época”, que retomó las investigaciones de homicidios con motivaciones raciales que ocurrieron antes de 1970 en Estados Unidos.
Desde entonces, más de 100 casos sin resolver han sido esclarecidos, todo gracias a esta iniciativa.
En un esfuerzo por llamar la atención sobre estas importantes investigaciones, el aclamado director de documentales, Keith Beauchamp, aceptó convertirse en el anfitrión del programa de Investigation Discovery Archivos de la injusticia , en los que se encarga de bucear en centenares de documentos y registros y repasar los casos con familiares de las víctimas, testigos e investigadores, para finalmente ensamblar cada caso.
Es así como intenta esclarecer quién fue el responsable de aquellos asesinatos que quedaron en la impunidad, asido de un instinto reporteril implacable, que le ha conferido no solo un gran prestigio, sino también varios premios por su labor.
Su labor no es fácil: el tiempo ha pasado , los testigos han desaparecido y los recuerdos se han desvanecido, pero los esfuerzos de Beauchamp están desarrollando nuevas oportunidades para que se haga justicia .
Repasemos unos cuantos casos.
Hace menos de un año, el asesinato del joven Trayvon Martin en Sanford, Florida, provocó un debate a nivel nacional sobre leyes que establecen que una persona puede utilizar justificadamente la fuerza en legítima defensa cuando siente que hay razones para sentirse amenazado.
Estas leyes, que en primera instancia pueden parecer justas, a menudo se han utilizado para discriminar, intimidar e incluso asesinar a minorías inocentes.
Ciertamente, hay casos que encierran crímenes demenciales que al final tuvieron una sola motivación: el color de piel de la víctima, como el caso del sureño Wharlest Jackson, padre de cinco hijos quien fue asesinado en los años 70 en la explosión de un coche-bomba, pues era secretario de una organización en pro de los derechos de los suyos.