Como la mamá que se mete en los pleitos de sus güilas, Mercedez Benz tuvo que intervenir entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg, los dos pilotos de su escudería.
Bajo la misma estrella, el serio pique del británico y el germano le puso condimento en serio a la presente temporada de la Fórmula Uno.
La rivalidad entre los dos pilotos ya afloró el año pasado; sin embargo, como sucede con ciertos tatas con sus chiquitos, los jefes de ambos vieron para otro lado..., y se vieron metidos en un papelón.
El incidente del pasado Gran Premio de Bélgica rebasó la paciencia de los jerarcas de Mercedes: ahí, Rosberg chocó el monoplaza de Hamilton, lo sacó de la carrera y se dejó la competencia.
Montado en santa ira, el jefe deportivo de la escudería alemana, Toto Wolf, les dejó en claro a sus pilotos que un pleito más y los dos terminarían de “patitas en la calle”. Nada de terapia, directamente al despido.
La cosa sigue, aunque ahora no lo demuestren públicamente y mantengan el punto en el plano deportivo; como dice el mismo Wolf: “Los dos son criaturas tremendamente competitivas”.
Mercedes Benz ganó el Campeonato Mundial de Constructores de forma anticipada; pero, a falta de tres fechas para que caiga el telón de la F-1, Rosberg todavía puede desbancar a Hamilton del primer lugar del Mundial de Pilotos.
El británico cuenta con 291 puntos; el alemán, con 274, y todavía quedan 100 unidades en disputa.
“Todavía está todo por decidirse en el Mundial de pilotos y no me rendiré hasta la bandera a cuadros en Abu Dhabi (última fecha de la temporada, que da doble puntaje)”, comentó Rosberg, días atrás.
Como dijo Yogui Berra, el legendario receptor de los Yanquis de Nueva York: “Esto se acaba cuando se acaba”.
Rosberg lanzó el guante y Hamilton , sin lugar a dudas, lo recogerá.
El primer tope de esta recta final será el Gran Premio de los Estados Unidos . En el circuito en Austin (Texas), los dos pilotos, rivales bajo la estrella de Mercedes, tendrán algo que decirse.
Véalo. F-1. DOMINGO 02. ESPN. 3:00 p. m.
Pipo y los rojinegros
Giancarlo González recaló en el Parma y, apenas en su debut, dos semanas atrás, dejó en claro que con él se había hecho un buen contrato.
El gol que metió en su estreno dejó en claro que Pipo es hombre de dos áreas: seguro en la propia; un peligro en la ajena. Todo un aporte para la “squadra rosa”.
González llegó a la Serie A con el carné mundialista; sin duda, fue uno de los mejores de una Selección de Costa Rica que dejó al mundo del fútbol asombrado al escalar a los cuartos de final de la Copa de Brasil.
Como en la cita brasileña, Pipo ahora juega en un cuadro que no entra en las quinielas como favorito.
Hace una semana, el zaguero tico se las vio contra la Juventus de Turín; este domingo 2, le toca otro peso pesado del “calcio”: el AC Milan, que usa unos colores apreciados por el costarricense: rojo y negro. El Parma y González se toparán a los milanistas en San Siro, la sede rojinegra.
DOM. 02. 1:30 P. M. ESPN