Imperdible del deporte: Los días sin NBA

No caigamos en engaños: Kevin Durant pasa en modalidad estrella las 24 horas, no importa si está anotando como poseso frente a millones de espectadores o si está entrenando, solo, sin ningún alma alrededor. El que es grande, es grande siempre.

Sin embargo, claro está que Durant y los demás semidioses de la NBA se bañan en atención mientras está en disputa el título de la liga profesional de baloncesto más popular y espectacular del mundo. Una vez que se apagan las luces de las arenas, las miradas abandonan a los gigantes y emigran a otras disciplinas deportivas.

Es en esos meses “muertos” entre el inicio de una temporada y la próxima que se centra The Offseason: Kevin Durant , una mezcla entre documental y reality que HBO estrenará en América Latina este lunes 4 de mayo.

El audiovisual es producido, entre otros, por el mismo basquetbolista y por su amigo y representante, el rapero y empresario Jay-Z. La grabación se hizo el año pasado, justo a partir del cierre de la temporada regular de la NBA, y se extendió hasta que Durant se reportó con su equipo, el Oklahoma Thunder, para el arranque del presente torneo (uno en el que, vale decir, el Thunder no estuvo ni cerca de disputar el título, en gran parte debido a las múltiples lesiones de su estrella).

Durante los meses de descanso, Kevin no descansa: su cuerpo es un fino instrumento que debe mantenerse afinado y por eso buena parte del documental se centra en la preparación rutinaria que el deportista lleva por su cuenta, a la espera de que los reflectores vuelvan a iluminarle.

Durant también es un tipo mediático, alguien con un apellido y rostro que vende lo que sea. Esa faceta de ícono publicitario para marcas como Nike, Gatorade, Panini y General Electric también se refleja en el material de HBO.

Al igual que muchos otros ídolos del deporte, el ciudadano ilustre de Oklahoma también dedica buena parte de su tiempo libre a la administración de sus empresas –incluido un restaurante–, a apoyar distintas causas de filantropía y, desde luego, a los videojuegos.

Padre de dos hijas, cristiano practicante y considerado uno de los tipos más agradables de la NBA, Kevin Durant se metió de lleno en la realización de The Offseason . “El proyecto me permitió enseñarles a mis seguidores el trabajo que se pone dentro y fuera de la cancha cuando salimos de cámara”, aseguró quien fuera el jugador más valioso de la temporada 2014 y seleccionado en seis ocasiones para el Juego de Estrellas.

HBO tiene años de pegarla para bien en casi todo lo que produce, por lo que este documental pinta como un programa digno de ver, incluso para quienes no viven y entienden la locura de la NBA. Es cierto que la vida de Kevin Durant de normal no tiene nada, pero bueno, precisamente por eso es que vale la pena aprovechar la oportunidad de ver por la ventana que él abrió.