Cuando Diego Simeone tomó al Atlético de Madrid, este equipo era un desastre que alimentaba la baja autoestima colchonera y su sentido de fatalidad.
El Cholo sentó sus reales en el Vicente Calderón, le transformó el derrotista espíritu rojiblanco y le recordó que tenía estirpe de club grande.
Con Simeone en el otro lado de la línea de cal, el Atleti empezó a ganar títulos en España y Europa.
Sin embargo, se le escapó el premio gordo de la Champions . Lo más feo es que se le fue al estilo “ tanto nadar para morir en la orilla”. Lo más cruel fue que la corona se le escurrió ante el Real Madrid, el archienemigo de la ciudad.
Ese día al Cholo se le fue la sangre a la cabeza y terminó expulsado tras lanzar algunas buenas maldiciones.
“Simeone está dirigiendo como si fuera una final de Libertadores”, sentenció, con certeza, un locutor suramericano. Todos los futboleros saben lo bravo que es un partido (cualquiera) de la Copa Libertadores.
A pesar de la caída, –dolorosa, como son todas– el sentimiento rojiblanco fue distinto al fatalismo resignado.
Jaime Peña coach de baloncesto más exitoso de todos los tiempos de Costa Rica, siempre enseñó que un equipo es el reflejo de su entrenador. El caso “Cholo-Atlético” le da la razón.
“El esfuerzo no se negocia”, es parte del credo de Simeone. Así, el sudor los jugadores atléticos es el lubricante de los éxitos recientes del cuadro allende al río Manzanares.
Desde aquella final de Champions , el Real no puede con el Atlético; tanto no puede, que los merengues fueron apaleados por los rojiblancos en el último duelo liguero entre ambos.
Casi un año después de aquella final ingrata para el Atleti, el fútbol pone a los dos equipos de Madrid frente a a frente: un duelo a “cara de perro”. El primero es en el Vicente Calderón.
Para esta serie, Diego Pablo Simeone, y todo el Atlético de Madrid, pueden repetir las palabras de Beatrix Kiddo a Bill, en Kill Bill Vol. 2 : “Tenemos asuntos sin resolver”.
Véalo. Fútbol. MARTES 14. ESPN. 12:30 p. m.
Lewis Hamilton advierte
Si Lewis Hamilton fuese un futbolista sería un “9” depredador, de esos que toda pelota la quieren para sí. Sería algo así como Gabriel Omar Batistuta, quien alguna vez comentó que en el famoso gol de Maradona ante Inglaterra, en 1986, él habría rematado a gol tres veces.
Lewis Hamilton ya puso las cosas en claro para el Gran Premio de China, el tercero del Campeonato Mundial de Fórmula Uno: va por el primer lugar, y ya sabemos que el hombre no se detiene ni por un compañero.
”Gané la carrera el año pasado y solo dos veces he terminado fuera del podio, así que el objetivo es regresar a la cabeza”, expresó el británico, actual campeón y quien lidera la clasificación de la F-1 con tres puntos de ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel, de Ferrari.
Hay que tomarlo en serio: desde que se abrió el circuito en el 2004, Hamilton lo ganó tres veces, más que nadie en esa corta historia.
DOM. 12. 11:00 A. M. Fox Sports 3