En el Planeta Fútbol existe un consenso: la obsesión del Real Madrid por “la Décima” es tal que no le importó botar, el domingo pasado, la Liga de España, con su derrota ante el Celta de Vigo.
De no haber caído, y con los resultados del Barcelona y el Atlético de Madrid, hubiese tenido un chance; pero lo primero es lo primero y ganar por la Copa de Europa es mandato en la Casa Blanca.
En el Atlético de Madrid, por su parte, los frentes están abiertos y... ¡ de qué manera! Apenas para que los colchoneros se queden sin uñas.
Ayer, sábado 17, se jugó el cetro de España, ante el Barcelona y en la casa azulgrana (no se consigna porque esta edición se cerró el miércoles).
Este sábado 24, los rojiblancos buscarán su primera Champions nada menos que ante los madridistas, en una final, como dicen quienes hablan bonito, para alquilar balcones.
Para ponerlo en dos platos: el conjunto debe resolver las dos citas más importantes de sus últimos tiempos en cosa de una semana y ante los dos gigantes de España. Menudos días...
La final europea de este año es una de las más especiales en la historia de esa competencia de clubes, la más prestigiosa del mundo.
Amén de la rivalidad entre los dos equipos de la capital de España, es la primera vez que dos equipos de la misma ciudad saldarán cuentas para decidir el monarca del Viejo Continente.
Si el Madrid tiene una deuda de tiempo –en el 2002 ganó la novena–, el Atleti tiene una deuda de pasado: uno de los grandes de España nunca levantó “la orejona”; lo que es más, esta será apenas su segunda final de Champions , la primera en 40 años.
Entonces, tenemos en una esquina al equipo más ganador de la historia (un dato que pesa en el deporte) y en la otra al cuadro que llega con el hambre del retador (un haber que convierte a cualquier advesario en temible).
Las espadas están en alto y el Planeta Fútbol vuelve los ojos a Lisboa para el duelo español que promete ser uno que marque época.
Véalo. Final. SÁBADO 24. ESPN. 12:30 p. m.
El padre del fútbol total
En el Mundial de Alemania 1974, Holanda asombró al mundo con el que se conocería como el “fútbol total”. Desde entonces, la “Naranja Mecánica” se hizo sinónimo de ataque y belleza.
Como las cosas no vienen de cielo detrás de los Cruyff, Neeskens, Rep y Rensembrink estaba una mente maestra: Marinus “Rinus” Michels.
De gesto grave, mano dura y carácter de sargento mal pagado compartía el protagonismo con sus jugadores: aquella Holanda de ensueño se explica sin él. Es como sacar a Ringo Starr de Los Beatles: la ecuación no sirve, sencillamente.
Holanda se fue sin corona en ese Mundial –el fútbol suele ser ingrato–.
Sin embargo, en 1988 y con un marcapasos en su pecho llegó su revancha: la segunda versión de su Naranja Mecánica ganó la Euro de ese año y en Alemania.
ESPN nos trae este domingo 18 al padre del fútbol total.
Véalo. DOM. 18. 2:45 P. M. ESPN