La cosa era sencilla: el quinteto de los Wolfpack de la Universidad Estatal de Carolina del Norte tenía que ganar los nueve partidos que le restaban si querían alcanzar el sueño de ser campeones de baloncesto de la NCAA (la organización que rige el deporte universitario en todos los Estados Unidos).
Para muchos de los integrantes de ese equipo era su último chance, pues estaban en su último año en la Universidad; además, los Wolfpack cargaban tres años de regulares campañas sobre sus espaldas, lo que agravaba el sentido de la urgencia.
Cargaban con 10 derrotas sobre sus espaldas en aquel momento clave; su mejor hombre estaba al 75% de su forma física, tras quebrarse un pie; en su camino estaban los campeones defensores, que tenían a un tal Michael Jordan en sus filas...
No se trataba de estar contra la pared; sencillamente, no había camino: un solo parpadeo y para la casa.
A veces, lo que se necesita es no tener un “plan B” para torcer al destino. A veces, lo que hace falta es un pensamiento imposible para lograr lo imposible..., como se los dijo el coach Jimmy Valvano: “Es simple muchachos: tenemos que ganar todos los partidos que nos quedan”.
En una era en la que la NCAA estaba repleta de jugadores como Jordan, Sam Perkins, Ralph Sampson, Hakeem Olajuwon, Clyde Drexler –futuras superestrellas de la NBA– estos muchachos de Carolina del Norte escribieron una de las mayores hazañas del deporte de los Estados Unidos.
Ganaron esos nueve juegos – en siete de ellos, perdían en el minuto final– y se alzaron con el campeonato de la NCAA, cuando nadie daba un cinco.
“Sobrevivan y avancen. Vamos un juego a la vez”, les decía su coach .
Los muchachos le creyeron a su entrenador, quien –un optimista incurable– desde el día uno los entrenó en el arte de cortar la red de la canasta, el rito reservado para los monarcas.
Sobrevivan y avancen es el documental que recuerda a un equipo cenicienta en tenis de baloncesto.
Véalo.Documental. MIÉR. 1.°. ESPN 3. 12:00 m.
Juegazo con sabor a revancha
A España se le torcieron las cosas en el propio primer partido del Mundial Brasil 2014, cuando Holanda la “paseó en coche” y le dio una tunda de época, 5-1, con la que no contaba nadie.
De alguna forma, los holandeses ajustaron cuentas con la “Roja” por la derrota propinada en la final del Campeonato del Mundo en el 2010.
Al menos, demostró la “Oranje” que podía dar más de lo que dio la mezquina versión de aquel juego.
Los holandeses siguieron hasta alcanzar las semifinales y se convirtieron en el primer equipo naranja en retirarse invicto de la Copa, aunque solo le alcanzara para el tercer lugar. Así es el fútbol.
Por su parte, España se retiró como uno de los peores campeones defensores de la historia, al no superar la ronda de grupos.
Como parte de la primera fecha FIFA del 2015, vea Holanda contra España este Miércoles Santo.
MIÉR. 1.°. 3:00 P. M. ESPN