En 1998, la Dra. Leslie Gordon y el Dr. Scott Berns recibieron la terrible noticia de que su hijo Sam, de dos años de edad, padecía progeria, un trastorno sumamente extraño que provoca envejecimiento prematuro y del cual, hasta ese momento, solo había reportes de 250 niños enfermos en todo el mundo.
Tras su devastación inicial, los Berns se negaron a aceptar que perderían a su hijo a los 13 años, edad promedio de mortalidad de los niños que tienen este padecimiento.
Life acording to Sam (La vida según Sam) explora el impactante mundo de Sam Berns cuando ya había logrado llegar a los 16 años, ponderando la lucha de su familia para intentar salvarlo.
Los Berns iniciaron su batalla cuesta arriba, pues todas sus investigaciones y los diagnósticos de provenientes de todo el mundo coincidían en que era imposible que el pequeño sobreviviera más allá de la preadolescencia.
Lo peor era que ya sabían cuál sería el final de Sam, pues en su mayoría las víctimas de este mal colapsan de un ataque al corazón o de un derrame cerebral.
Pero ellos se negaron a aceptar como veredicto final que no existía ni cura ni tratamiento y, a partir de ahí, dedicaron todos sus esfuerzos personales y profesionales no solo a intentar salvar a Sam, si en marcar la senda que eventualmente lograría al menos el arranque para descifrar los motivos y la posible cura de la progeria.
Dirigido y producido por Sean Fine y Andrea Nix Fine (la ganadora del Óscar por Inocente), este documental transita por la búsqueda incesante de una solución por parte de la valiente familia, pero al mismo tiempo muestra el amor en su forma más pura, pues ambos se las ingenian para empoderar a Sam y a motivarlo para que disfrute su vida al máximo.
Sobra decir que lo logran con creces, quien vea los tráilers de este audiovisual imperdible entenderá que Sam se convirtió, de la mano de sus padres, en un personaje único, irrepetible, encantador y brillante, que enamoró a todos a su paso.
“A sus padres básicamente les tiraron la puerta en la cara a la hora de buscar soluciones, pero el hecho no solo de ser médicos, sino personas extraordinarias, decidieron jugarse el todo por el todo por Sam y por los demás niños que han sido –y serán– víctimas de este extraño trastorno”, ha declarado a la prensa la prestigiosa cineasta Andrea Nix Fine, quien junto con su esposo prácticamente convivió tres años con los Berns para atestiguar su gesta mediante este maravilloso documental.