Que una serie sobre sexo haga que más de uno arquee la ceja y reacomode su agenda para estar frente a la tevé a la hora de la transmisión, es algo casi impensable en estos días en los que todo, absolutamente todo lo relacionado con el sexo, está al alcance de un click.
Este es el primer gran mérito de la serie Masters of Sex , que HBO estrena en Latinoamérica este lunes 7 de octubre, a las 8 p. m.
Quienes han tenido la oportunidad de auscultar los tráilers o los especiales tras bastidores de la serie, entenderán que esta tiene un sello particular en todo sentido, y su abordaje del tema de la sexualidad, increíblemente, descorre tabúes que aún hoy, en pleno siglo XXI, siguen existiendo.
Michael Sheen, nominado al Emmy y al BAFTA Award, y la aclamada actriz Lizzy Caplan, son los protagonistas de esta serie de 12 capítulos, quienes encarnan a William Masters y Virginia Johnson, quienes pasaron a la historia como unos de los más célebres investigadores de la sexualidad humana, de la cual se empezó a hablar con mayor libertad en la sociedad norteamericana de los años 50.
Más de medio siglo después, Masters of Sex , les da voz e imagen a estos científicos hasta ahora desconocidos.
Fueron ellos, la psicóloga Virginia Johnson y el ginecólogo William Masters, quienes con sus investigaciones lograron afectar las vidas y la felicidad de millones de personas hasta el día de hoy, según afirmó la cadena CNN en un reportaje especial sobre la pareja.
Siempre según la mencionada nota, publicada con ocasión del estreno de la serie, Masters era un doctor trabajador y ambicioso que deseaba ganar un premio Nobel por documentar clínicamente la manera en que el cuerpo responde durante el sexo, de tal manera que la medicina pudiera encontrar tratamientos efectivos para las parejas casadas que tenían problemas de cama.
Bill se percató de que necesitaba asociarse con una mujer para una empresa tan riesgosa. Las pocas mujeres doctoras en la década de 1950 no querían acercarse a este experimento potencialmente explosivo que podría arruinar sus carreras. Ni siquiera la esposa de Masters (con quien tenía dos pequeños niños y vivía en los suburbios) quería involucrarse.
Entonces, Virginia lo cambió todo. Casi inmediatamente mostró un genio nato con respecto a lo que hace que un hombre y una mujer hagan clic sexualmente y en los temas del corazón.
Primero como una diligente adjunta y eventualmente como una socia en toda la extensión de la palabra, Johnson convenció a docenas de mujeres y hombres (enfermeras, enfermeros, residentes, estudiantes de grado y varias personas alrededor de St. Louis) a convertirse en parte de su estudio secreto de una década de duración, el experimento sexual más grande en la historia de Estados Unidos.
La serie, que se basa en el libro de Thomas Maier Masters of Sex: vida y época de William Masters y Virginia Johnson, la pareja que enseñó a Estados Unidos cómo amar , es protagonizada por los actores Michael Sheen ( El Desafío. Frost contra Nixon ) y Lizzy Caplan ( True Blood ), y también cuenta (atención a qué clase de reparto) con Caitlin FitzGerald ( Gossip Girl ), Nicholas D'Agosto ( Héroes ), Beau Bridges ( 5 Hermanos ), Margo Martindale ( Dexter ) y Teddy Sears ( American Horror Story ).
De acuerdo con información proporcionada por el canal HBO sobre la adaptación de las vidas de estos científicos en la serie, Masters, que trabaja ayudando a mujeres a tener hijos, en la vida personal enfrenta la dificultad que tiene su mujer de quedar embarazada, agravada por la culpa y la vergüenza que siente por ser él la causa de la infertilidad de la pareja.
Él puede ser un científico brillante, pero su parte emocional deja mucho que desear, tanto en el consultorio como fuera de él... y esta ironía es uno de los ejes temáticos clímax en la serie.
Sexualmente desinhibida
Por su parte, Virginia Johnson es una mujer divorciada ansiosa por alcanzar el éxito profesional, y está adelantada a su época en varios aspectos.
Lucha por el cargo de su asistente y es una de las pocas personas que realmente valoran la investigación del médico, pero ser una madre soltera que trabaja no es nada fácil. Constantemente debe enfrentar elecciones difíciles entre sus hijos y su carrera no convencional, y ambos lados terminan saliendo perjudicados.
Como es de esperarse, el estreno anticipado en Europa hace un mes ha puesto en el tapete un encendido crisol de opiniones, curioso: ninguna desfavorable.
El consenso es –noticia añeja– que el sexo vende, y vende mucho... solo que a estas alturas del siglo XXI, las revelaciones acerca del tema deben ser realmente inéditas, inauditas, sorpresivas, explosivas... y, al parecer, el tratamiento de Master of Sex cumple en todos sus extremos con lo anterior, lo que finalmente se convierte en un producto archinovedoso con variaciones sobre el mismo tema.
La crítica, finalmente, es de consumo sumamente selectivo. Si usted cree saberlo todo sobre la sexualidad, sáltese estas páginas.
El resto, podrá poner atención a las deducciones de este par de expertos-inexpertos que se convirtieron en verdaderos héroes de la sexualidad pues, a no dudarlo, sus premisas sexuales probablemente perdurarán por los siglos de los siglos ¿amén? . Usted dirá. O bien, usted aprenderá.