Los Ángeles (AFP).
El último episodio de Breaking Bad, emitido el domingo en Estados Unidos, atrajo a 10,3 millones de espectadores, un récord para esta serie televisiva de culto.
La historia de un tímido profesor de química devenido en el caballero de las metanfetaminas Walter White (Bryan Cranston), llegó a su término en su quinta y última temporada el domingo, una semana después de ganar el premio Emmy –el Óscar de la televisión estadounidense– a la mejor serie dramática.
El anticipado episodio final, emitido por el canal de cable AMC, fue visto por 3,7 millones de espectadores más que el penúltimo episodio una semana atrás, que ya había alcanzado un récord de 6,6 millones, de acuerdo con la firma de mercado Nielsen, citada Variety.
No obstante, estas cifras son modestas si se comparan con los récords de audiencia que alcanzaban los programas televisivos en el pasado, antes de que la era digital cambiara la experiencia de la televisión tradicional.
Por ejemplo M.A.S.H. tuvo casi 106 millones de espectadores en su gran final en 1983; Cheers sumó 80,4 millones una década después y el último episodio de Seinfeld acumuló un rating de 76,3 millones en 1998.
En el actual panorama mediático, los programas de talentos normalmente atraen más audiencia que las series de ficción como Breaking Bad; The Voice convocó a 14,7 millones de espectadores en su debut.
Piratería. Además, el aclamado programa tuvo más de 500.000 descargas ilegales.
Los datos aluden a que al menos uno de cada cinco descargas ilícitas provenían de Australia, que lideró las cifras de visionado ilegal de la serie creada por Vince Gilligan, según un sitio en Internet especializado en la piratería en línea.
A Australia se unen Estados Unidos (14,5%), Gran Bretaña (9,3%), India (5,7%) y Canadá (5,1%).