John Snow pudo morir y dejar traumatizados a los seguidores de Game of Thrones ( GOT ) ; sin embargo, la quinta temporada de la sangrienta fantasía medieval ganó el premio Emmy a mejor serie dramática, lo cual ocurre por primera vez.
En la noche en la que se rompió la barrera racial con el premio a Viola Davis, el drama Olive Kitteridge se convirtió en la sorpresa, Veep se llevó el botín a mejor comedia y Tracy Morgan hizo un conmovedor regreso al escenario, HBO demostró su fortaleza al ganar las tres categorías principales de las series, precisamente, con GOT, Veep y Olive Kitteridge en drama, comedia y miniserie.
En total, gracias a esas producciones, el gigante de la televisión por cable se adjudicó 14 trofeos.
La ceremonia de la edición 67 que premió lo mejor de la televisión de Estados Unidos se realizó en el Microsoft Theater, a partir de las 6 p. m. (hora de Costa Rica).
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Como es costumbre en este tipo de shows –que reúne lo mejor de una determinada rama de la industria del entretenimiento–, el programa se inició con un número musical.
En esta oportunidad, fue un sketch en el cual el conductor, Andy Samberg afirmó que había visto todos los programas postulados para los Emmy, lo cual lo hacía perfecto para el trabajo.
Tal vez, por estar fuera de contexto para la realidad de América Latina, los chistes del animador no consiguieron el propósito de provocar risas.
Sin embargo, a juzgar por los rostros de la audiencia, no parecía ser un asunto de que algo se haya perdido en la traducción. Lo mejor fue cuando declaró que el racismo había terminado en los Emmy.
Cambio. En lo que respecta a la premiación como tal, el primer favorito de la noche cumplió con las predicciones: Jeffrey Tambor ganó la estatuilla al mejor actor en serie de comedia por su trabajo en Transparent.
Ese programa cuenta la historia de un hombre que, llegado a la edad de oro, decide confesar a sus tres hijos que es transexual.
Su personaje, Maura Pfefferman, debe atravesar los retos y dificultades para que su entorno se adapte a su realidad.
El actor agradeció con un discurso sobrio y dedicó el honor a la comunidad transgénero.
Recordemos que Tambor también se impuso en el Globo de Oro, a inicios del presente año por el mismo papel.
En la categoría femenina tampoco hubo sorpresas: Julia-Louis Dreyfus fue la ganadora del Emmy por su papel en Veep .
Más que cumplir con las quinielas que la ponían en la pole position para el galardón, la actriz cumplió con la costumbre: desde 2012 se lleva el premio a su casa.
Su personaje, Selina Meyer, encarna con humor los desafíos que enfrentan muchas mujeres a la hora de mandar: ganarse el respeto de sus subordinados machos y hacer valer su autoridad.
Además, es madre de una adolescente llena de inquietudes y es la exmujer de un hombre que no termina de irse de su vida.
Mientras se esperaba el duelo entre Game of Thrones y Mad Men en las categorías de drama, la miniserie de cuatro horas, Olive Kitteridge arrasaba con seis galardones en las categorías asignadas para las miniseries, incluidos el premio mayor y los reconocimientos para las actuaciones de Frances McDormand y Richard Jenkins (ambos con su primera estatuilla), y por la actuación de reparto del reconocido Bill Murray.
Viola Davis y Jon Hamm también tuvieron su primera vez: ella, es la primera actriz negra que gana, por su papel de astuta abogada en How To Get Away With Murder; él por fin ganó tras ocho nominaciones consecutivas, justo cuando la serie –fundamental en la historia reciente de la tele– llegó a su final.
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El cierre de la ceremonia permitió dos momentos realmente emotivos, con la presencia del legendario Mel Brooks –quien presentó la categoría de mejor serie de comedia– y Tracy Morgan –anunció la categoría de serie de de drama–, tras el accidente de tránsito que hace 15 meses lo dejó en coma y casi lo mata.