El 18 de junio de 1971, Richard Nixon cambió el mundo. Ese día, el entonces presidente de Estados Unidos declaró la guerra contra las drogas y sus palabras tuvieron un efecto dominó que transformó, en diversas medidas, las vidas de millones de personas, incluso las de quienes no habían nacido todavía.
Es probable que no exista país que haya sido más afectado por las palabras de Nixon, durante las últimas cuatro décadas, que Colombia. El narcotráfico marcó con crueldad la realidad colombiana durante las décadas de los ochenta y noventa, y todavía hoy sigue siendo un cáncer que no ha sido removido.
El documental Guerras ajenas , producido por HBO, analiza una de las prácticas más polémicas que utilizan Colombia y Estados Unidos en su esfuerzo conjunto por combatir el narcotráfico: la aspersión aérea con glifosato, un herbicida declarado agente potencialmente cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud en el 2015.
La aspersión aérea ha sido una de las principales armas para acabar con el cultivo de la hoja de coca. Durante años, Colombia fue el único país del mundo que diseminaba este herbicida desde el aire, dando lugar a fuertes debates entre aquellos que piensan que es un producto inofensivo y quienes sostienen que está afectando la salud de los campesinos y demás personas que viven en las zonas fumigadas.
El documental presenta unas 30 entrevistas a expertos de los distintos sectores involucrados en el tema, como científicos, miembros de organizaciones ecologistas, autoridades gubernamentales y militares –colombianos y estadounidenses–, y campesinos, quienes han sido los principales afectados por la práctica.
Latente en el relato permanece una pregunta que, cuatro décadas después de Nixon, la humanidad todavía se pregunta: ¿valió la pena? Como dice uno de los entrevistados: “Después de 40 años de lucha contra el narcotráfico, el mundo no puede decir que ha ganado”.
Véalo. Lunes 13. HBO. 9:00 P.M.