La nueva propuesta de canal 11, que se transmite de lunes a viernes a las 7:30 p. m., responde a criterios de televisión fuera del paradigma actual. Para comenzar, el estilo de realización de Contámelo todo se ve limitado y avejentado.
Estos son algunos aspectos que se deben desarrollar del nuevo espacio de Repretel que, por cierto, es conducido por la periodista Carla Castro.
El formato. Esto es un talk-show –programa de entrevistas–, género de televisión en donde los invitados entablan una conversación en general, franca con el presentador.
Este programa utiliza entrevistas intensivas semiestructuradas, donde se aborda la historia detrás del invitado. Su testimonio se recaba pues, previamente, se catalogan como mediatizables. Fuera de esta definición, el resultado del programa presenta muy poco.
El talkshow tuvo una época de oro en los 90 y posteriores –con Cristina Saralegui como ejemplo– siendo emitidos en toda Latinoamérica. Acá nunca ha sido el formato preferido de las televisoras tradicionales, siendo más bien producido por emisoras pequeñas o rurales con recursos limitados.
Sin embargo, existe un antecedente: Así es la vida , conducido por Lizeth Castro y que en el 2003 presentó recursos audiovisuales más completos de los que presenta Contámelo todo hoy en día, 13 años después. Esta propuesta se siente muy desfasada de lo que el entretenimiento televisivo representa en la actualidad.
Sobre la forma. Dos principales yerros del programa son la música y el set, lugares ya comunes en Repretel.
No existe un diseño sonoro. Se rellena los espacios con música ante la ausencia de hechos. En el audiovisual la música calza cuando los eventos se corresponden con la narrativa.
Al contrario, si los eventos no se corresponden, la música no empata en la audiencia. En el programa, la música es un carrete en bucle que no complementa el ejercicio periodístico.
El set carece de estilo y parece buscar elementos aleatorios para lograr texturas, rellenos con luz, evadiendo la búsqueda artística. En el fondo es el set de Intrusos con un reacomodo.
Un factor que lejos de salvar la inexistencia de peso audiovisual es el público en vivo. Se han visto personas mensajeando, distraídas y con cara de aburrimiento, lo que muestra que las mismas personas en el set no son interpeladas por las historias.
Esto resta peso de cara a la teleaudiencia. ¿Para qué un público en vivo si el recurso demerita el mismo espacio? Los tiros de cámara al público deben ser más largos, con un público menos iluminado que reste protagonismo, que “despersonifique” para evitar la preponderancia que mantienen.
Sobre el fondo. Buscan la creación de momentos y aclimatación de los invitados para obtener reacciones que, en teoría, son ricas cuando se mediatizan.
Usualmente, en el audiovisual si las cosas no suceden, se fuerzan. Esto lo ha practicado hasta Michael Moore en sus documentales; sin embargo, el resultado debe ser sustancial y creíble.
Si la audiencia no encuentra un índice de credibilidad al artificial ejercicio de forzar eventos, el resultado parece falso, el programa sufre esto.
Esto se constata en el pobre ritmo, ejecutando muchas pausas para dilatar el tiempo en el set, a pesar de estar, posiblemente, ante grandes historias personales de superación. El problema es el manejo y la realización, no el material.
Se encuentran incluso reacciones atropelladas e indefinidas de los invitados ante preguntas y eventos, en muchos casos, ingenuos y claramente conductivistas. Este es un ejercicio muy básico de cómo desarrollar el espacio audiovisual, con un set que se siente vacío en tiempo y espacio.
La falta de recursos audiovisuales adicionales se torna en un arma en contra del espacio. Una cápsula o una simple foto haría mucho para reactivar el interés de la audiencia que a todas luces, llega a decaer constantemente.
Le recomiendo darle una ojeada al programa para generar su propio criterio.
FICHA TÉCNICA
Programa: Contámelo Todo
Canal: Repretel, canal 11
Conductora: Carla Castro
Horario: De lunes a viernes, 7:30 p. m. a 9 p. m.