La televisión brasileña vivió hoy una gran noche en Nueva York, durante la ceremonia anual de los Emmy Internacionales.
En la actividad, la veterana actriz Fernanda Montenegro, hizo historia al ganar con la producción Doce de Mãe, en la misma gala en la que la mejor telenovela fue la producción de TV Globo Lado a lado.
“Me siento como una niña” , exclamó a sus 83 años la actriz que ya batiera marcas al convertirse en la primera brasileña en optar al Óscar a la mejor interpretación protagonista con Central do Brasil, de Walter Salles, en 1999.
Doña Picucha, personaje que supone el enésimo paso en su larguísima carrera -empezó en los años 40 a adaptar obras de teatro para la radio brasileña-, es para ella “una lección de vida sobre cómo envejecer sin demasiado drama y con mucho sentido del humor”.
Por su parte, Lado a lado se impuso a su compatriota Avenida Brasil en la categoría de mejor telenovela en la edición número 41 de estos premios, que se entregaron en el hotel Hilton de Nueva York.
Lado a Lado, dirigida y producida por Vinicius Coimbra y escrita por Joiao Ximenes Braga, está ambientada a principios del siglo XX y reafirmó el poderío brasileño en este género televisivo, pues, desde que se creara esta categoría en 2008, ha ganado en tres de las seis veces que se ha entregado, pues ya lo hizo en 2012 con O Astro y en 2009 con Caminho das Índias.
Y así, Brasil monopolizaba el éxito latino en una gala que partía con una producción latina en cada una de las disciplinas que se estipulan en estos premios, yéndose de vacío las producciones nominadas procedentes de México (La maquina loca y 5 de mayo, un día de gloria) , Colombia (Reto al chef 2) y Uruguay (SOMOS-Cadáver se necesita) .
La gala comenzó haciendo un recordatorio de lo importante que fue la televisión internacional para la retransmisión del magnicidio que sucedió hace 50 años en Dallas (Texas), el del presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy.
La mejor comedia del año fue la sitcom con sabor irlandés Moone Boy, de Reino Unido, sobre un adolescente y su amigo imaginario, mientras el mejor drama fue a parar no a Israel, como decía Oliver, sino a Francia, con Les Revenants, historia de muertos que vuelven a la vida.
El último premio de la noche, que presentó el actor de Hollywood Jim Caviezel, quedó en Alemania, para A Day for a Miracle, cerrando un palmarés que también incluyó la victoria en la categoría de entretenimiento no guionizado del programa australiano Go Back to Where Your Came From y el premio al mejor documental para la francesa 5 Broken Cameras.
Finalmente, el premio al mejor programa de arte se otorgó ex aequo, puesto que hubo empate de votos entre el especial británico sobre el cantante de Queen Freddie Mercury: The Great Pretender y la producción surcoreana Hello?! Orchestra.