Entre tanto fenómeno mediático que pulula por estos tiempos en la televisión mundial, sin duda alguno se destaca, por mucho, el protagonizado por Abby Lee Miller, la robusta, exigente y pintoresca instructora de ballet que comanda Dance Moms , un reality que, en su concepción original, apenas contemplaba la aparición de Abby en un papel totalmente secundario.
Para los no iniciados, Dance Moms , presentado en Latinoamérica por Biography Channel, ofrece una mirada inusual de un talentoso elenco infantil de la Academia de Danza Abby Lee, producción que se estrenó en la región en marzo de este año pero que en Estados Unidos ya va por su tercera temporada con un éxito simplemente arrollador.
La esencia del show es reflejar el devenir del competitivo mundo de la danza contemporánea y sus distintos estilos, pero son los dramas colaterales que viven las pequeñas alumnas y, por supuesto, la matrona a cargo de convertirlas en estrellas de la danza mundial, lo que le confiere una sazón adictiva a este espacio.
Nominada para un premio Teen Choice 2012, Dance Moms (original de la cadena Lifetime), reúne a un elenco de poderosos personajes muy humanos en aquello de mostrar sin cortapisas los altibajos que rodean la competencia en el arte de las coreografías coordinadas y las mágicas piruetas.
Como dicen los comunicados de Bio, el camino al éxito siempre demanda mucho esfuerzo y dedicación, y eso es lo que se respira en la Abby Lee Dance Company. Por cierto, atenta al éxito de la serie que ha devenido en cascada, Biography Channel no ha parado de sacarle punta al show y muy sobre todo al personaje de Abby Lee, pues desde que arribó a su señal es frecuente que, a lo largo de la programación, se inserten cortos con adelantos de lo que viene, pero también con minientrevistas y hasta saludos para Latinoamérica por parte de la enojona pero a la vez adorable Abby.
Dura y tierna
Abby Lee Miller es apasionada y muy exigente como guía de sus alumnas y la gerencia de su academia ubicada en Pittsburgh, llegando a tener gran renombre en todo los Estados Unidos, a través de concursos y competencias nacionales. Abby es el alma de la serie, y la secundan las mamás y pequeñas grandes bailarinas. A la final son estas últimas las que suelen mostrarse más maduras ante los desafíos que impone su maestra y su formación artística.
Pero ¿quién es esta mujer que arribó como una tromba a la televisión estadounidense sin proponérselo y sin cumplir con los supuestos cánones de belleza o encanto que, supuestamente, caracterizan a los fenómenos de la tevé?
Ciertamente, también estamos en la época en que los antihéroes atraen a las audiencias casi tanto como los “buenos”, pero el caso de Abby es muy particular, porque ella no es lo uno ni lo otro: Abby es única en su intensidad, en su bravura, en su ternura, en su exigencia, en su furia, en llevar sus posturas hasta los extremos, incluso al punto de que muchas veces ha estado a punto de irse a las manos con las dramáticas madres de sus alumnas.
De acuerdo con su perfil oficial, Abby, oriunda de Pittsburgh, heredó el amor por el baile de su madre, Maryen Lorrian Miller, quien es desde hace 50 años miembro de la Dance Masters of America.
Maryen ya poseía siete estudios de danza en Miami, Florida antes de casarse con George L. Miller de Pittsburgh y dar a luz a Abby.
Maryen también impartió clases en toda la ciudad antes de abrir su estudio principal en Penn Hills, y Abby tomó clases en el taller de su madre a lo largo de sus años de formación.
Después de viajar con su madre en varias convenciones nacionales de danza, fue inspirada y cautivada por la nueva “moda” de baile concursos.
Con apenas 14 años de edad, comenzó la Compañía de Danza Abby Lee. En 1980, abrió su propio estudio de ballet y se estima que ha capacitado entre 3 mil y 4 mil estudiantes durante toda su carrera. Ahora, conocida por su increíble dedicación, disciplina y pasión, Abby es una de las instructoras de danza más codiciadas en Pittsburgh, ya que ha formado numerosas estrellas de la danza profesional.
En una entrevista concedida a Biography, Abby amplía un poco más sobre los orígenes de su arte:
“Obviamente, estudié ballet toda mi vida en el estudio de mi madre. Intuitivamente, mi madre escogió no presionarme al pasear por el estudio. Mi padre me llevaba al aula semanalmente, además de Grupos de Scouts (cuánta diversión uno puede tener por centavos a la semana), clases de clarinete, patinaje, patinaje sobre hielo, costura, natación en verano, club de esquí en invierno y no voy a olvidarme de Charm Schol!”
“Tuve la suerte de acompañar a mi madre y su equipo cada verano en varias convenciones de danza nacionales. Aprendí con algunos de los más originales, más sorprendentes y pioneros del mundo de la danza. Estuve interesada en una cosa nueva, llamada ‘Competiciones de Danza’ y cuando tenía 14 años, comencé la Compañía de Danza Abby Lee, el resto es historia”.
Aunque el doblaje de su voz en español es un poco más estridente que su voz original, lo que sí conserva, según se desprende de las decenas de entrevistas que pululan en la web, es la desbordante seguridad en sí misma y la contundencia de sus frases.
“Odio estar en un escenario, nunca disfruté de actuar, es una razón por la cual soy una gran profesora... Yo no envidio o compito con mis alumnas. Mis sueños para ellas son, por mucho, mayor que los suyos propios, pero nunca confundidos con los míos”, ha dicho, y agrega con todo el orgullo que puede tener que “todos los premios y títulos que mis alumnos ganaron a lo largo de los años son muy importantes para mí”.
No ha faltado quien cuestione que todo el talento de Abby es un simple montaje en busca de rating , pero ella habla con nombres y logros reales.
Por ejemplo, es habitual que hable de algunos de sus exalumnos, quienes hoy son bailarines profesionales de primer nivel.
Entre ellos, cita a Mark Myars, estrella de Carol of the Bells en el Radio City para el Espectáculo de Navidad , e integrante del elenco original de Footloose en el primer show de Broadway. Tras una carrera ascendente, ahora Mark es el supervisor de danza para el elenco de Wicked , en Londres, Tokio, Amsterdam y Bélgica.
Solo este año, afirma Abby, su expupilo fue llamado para participar en los principales musicales de Broadway en el elenco de Wicked , Come Fly with me y West Side Story .
También menciona a Asmeret Ghebremichael, fichada para Footloose, en Broadway. Luego pasó a actuar en Spamalot , Lion King , Aida , In the Heights , Legally Blonde y Book of Mormon .
“Tuve también bailarines en el Radio City Especial de Navidad , 13 bailarines contratados para trabajar en Japón, en Tokio Disneyland. Yo podría continuar y continuar...”, dice sin falsa modestia.
¿Todavía mantiene contacto con sus exalumnos? , cuestiona la entrevista publicada en Bio, a lo que ella contesta con entusiasmo y también algo de humor ácido: “¡Sí, claro, todavía los llevo a cenar! Ellos no me envían ningún porcentaje de sus honorarios ¡soy sensata con eso! Yo sé que estoy con ellos espiritualmente cada vez que pisan un escenario o una clase”.
¿Qué fue lo que más aprendió en su carrera como profesora de danza profesional?
¡Que lleva 15 años hacer un éxito!
¿Y lo que más le inspira de la danza?
El valor del entretenimiento, la capacidad de hacer parecer algo tan difícil en fácil y la ejecución emocional.
¿Qué espera enseñar a sus alumnos sobre las artes del espectáculo?
Habilidades de sobrevivencia. Absolutamente todo lo que precisa saber para ser bailarines profesionales empleables.
¿Qué es lo que más ama de la enseñanza de la danza?
Amo la alegría en el rostro de una niña cuando ellas alcanzan un objetivo o dominan un truco por primera vez.
Siempre fui una apasionada del baile, pero todos debemos ser conscientes de nuestros límites y yo nunca bailé tan bien pero era capaz de crear muy buenas coreografías y ser creativa. Cuando estaba en el colegio un grupo de amigas fueron a un concurso, yo las preparé y ganaron. Tenía 14 años y fui donde mi madre y le dije que quería mi propio estudio, ahí empezó todo.
La revista digital peruana movistar.com, también tuvo la oportunidad de entrevistar a la diva de la danza:
La inspiración llegó gracias a su mamá pero, ¿de ella fue que aprendiste ese rudo estilo de enseñanza?
No, mi madre es la mujer más dulce del mundo. De ella recogí el amor por el baile pero creo que mi estilo es más propio de mi papá, él creció en la época de la Depresión en EE.UU. y peleó en la II Guerra Mundial, es un hombre rudo.
¿Cómo es que después de tantos años como profesora terminas siendo la estrella de un ‘reality’?
Durante mucho tiempo tuve acercamientos poder llevar la historia de las niñas de la escuela a la TV. Hasta que finalmente hace un par de años surgió la posibilidad y grabamos el piloto de Dance Moms . En el episodio yo casi no salgo, solo soy una coreógrafa, las estrellas eran las niñas y sus madres, pero durante las grabaciones hubo un incidente con una señora, ministra de la iglesia, a quien eché del estudio. Los productores decidieron cambiar y ponerme en el centro de todo... y el resto es historia”.