Con su voz intacta y poderosa, bien abrazado a su inseparable bajo y cantando algunas de las piezas que hiciera famosas con The Police, así fue la primera estampa que se vio de Sting la noche de este martes, en el Estadio Nacional, en La Sabana.
Este es su cuarto concierto en suelo Nacional, pero parece que su público no deja de quererlo y de saborear cada palabra que sale de su boca y cada nota que toca en su bajo.
Aunque llovió de manera constante durante el principio del show que estuvo a cargo del tico Pato Barraza, de Joe Sumner (hijo de Sting) y The Last Bandoleros, el agua cedió por unos minutos para que Sting pudiera hacer su presentación.
El espectáculo empezó a eso de las 8:15 p. m. con la interpretación de Synchronicity II y, después con Spirits un The Material World, para darle luego espacio a una de las piezas más esperadas: Englishman in New York.
Hasta ese momento el recital pintaba cargado de éxitos de su trabajo con The Police como con lo mejor de su etapa solista.