Alegre, así arribó Alberto Plaza al escenario del Teatro Melico Salazar la noche de este jueves en el primero de dos recitales que ofrecerá el chileno en nuestro país.
Como es costumbre en cada presentación que ha hecho el trovador romántico en suelo nacional, el amor se sintió en el aire. La sala del Melico estvo llena de parejas, amigos y hasta familias que llegaron a escuchar los éxitos de más de 30 años de trayectoria que ha forjado Plaza.
Fiel a su estilo y buen humor, el chileno recibió con una gran sonrisa el fuerte aplauso que sus seguidores le brindaron no más pisar el entablado del recinto. Era una noche para ser cómplices, para disfrutar del amor, de la paz y de la música romántica, como él mismo lo dijo.
La velada fue para celebrar con los ticos sus éxitos, esos temas que han resonado en la memoria romántica de su público y que él, gustoso, cantó con toda su fuerza.
A las 8:30 pm, después de que el nacional José Cañas calentara el ambiente con tres piezas, entre ellas Caña Dulce, Plaza comenzó su recital con Le llamaremos paz.
Siguiendo con la complicidad, a Alberto lo acompañaron en escena cinco músicos que no sólo se dedicaron a ejecutar cuerdas, percusión y teclados, sino que también a disfrutar de una noche especial. Los sonidos y la particular voz de Alberto se conjugaron en tarima llamando la atención de los asistentes.
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Para la segunda pieza, Plaza se arremangó la camisa y con su guitarra al hombro se dispuso a ser él y a encantar más a los enamorados con Febrero 14. Mientras cantaba, en varias ocasiones su mirada se clavó hacia la parte superior del teatro como dedicándole una serenata a quienes lo veían desde la galería del lugar, sus ojos se alegraron al ver el teatro con una muy buena asistencia.
Desde el principio del espectáculo se sabía que iba a ser intenso. Polvo de estrellas sonó, capturó suspiros y creó coros. La queridísima canción calentó más el ambiente y dispuso el camino para más obra sentimental como Te pido perdón, que interpretó sin su guitarra, pero en la cual dejó todo su histrionismo en escena.
El show siguió con mucho amor, presentó a sus músicos y además celebró con sus fans que hace 13 días se convirtió de nuevo en papá de una niña, a sus 55 años.
Una de las sorpresas de la noche fue el dúo que realizó Plaza con el costarricense Bernardo Quesada. Ambos interpretaron la pieza Sé, obra del tico.
Así, como si fuera una noche entre amigos, sentados al rededor de un acogedor fuego, Alberto Plaza festejó con viejos y nuevos amigos su trabajo y su obra.