En su penúltimo concierto de la temporada de Verano sinfónico, los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional se reunieron en el Gimnasio de Bijagua de Upala para tocar el repertorio que ya han interpretado antes en Cartago, Alajuela y Cañas.
No obstante, a tres de meses de enfrentar una terrible crisis comunitaria, el paso del huracán Otto, la música del francés Emmanuel Chabrier (España), el ruso Aleksandr Borodín (Danzas polovtsianas), las arias de los italianos Puccini y Giuseppe Verdi; y, las composiciones del tico Carlos Guzmán resonaron en el escenario con otro color: el de una comunidad que celebra su propia resistencia.
LEA: Verano Sinfónico 2017 reunirá a la Orquesta Sinfónica, Suite Doble y Carlos Guzmán
En medio de la música, la Orquesta Sinfónica Nacional presentó a la comunidad una ofrenda de materiales escolares recogidos durante los otros conciertos. Según explicaron, la gran mayoría de donaciones fueron recogidas en el concierto de Cañas.
"Varié mucho el programa. Es música que les puede explicar algo, aunque la música no tenga un significado propio, es algo para que se imaginen", explicó el director de la temporada, Alejandro Gutiérrez. "Esa variedad a la gente le encanta. Una muchacha me dijo que tenía ganas de llorar de la emoción".
La emoción colectiva tomó ímpetu precisamente en la segunda mitad del programa, cuando la Orquesta Sinfónica interpretó Inspiraciones costarricenses, un arreglo orquestral que realizó Carlos Guzmán con piezas típicas costarriceses. El público aplaudió varios de los movimientos de la pieza, en especial el Punto guanacasteco.
Después del cierre de esa pieza, Gutiérrez invitó a Guzmán a unirse a la Orquesta con su guitarra. El compositor y músico tico interpretó Soy tico, Preve y alevo y Costa Rica baila y canta. El público cantó con él estribillos y coros. Los aplausos fueron tantos que, al final de la presentación, tuvo que volver al frente para seguir cantando mientras los vecinos de Bijagua chiflaban y cantaban.
"Los conciertos de extensión de la Orquesta Sinfónica Nacional y, especialmente, Verano sinfónico, son de las actividades que más me gustan (...) Visitar comunidades y llevar la música sinfónica a cualquier lugar del país es una experiencia increíble. Aquí, sabiendo que acaban de pasar una situación difícil, y que la gente está deseando tener momentos de esparcimiento, que necesitan reforzar elementos culturales, es un gran orgullo", explicó Guzmán, al cierre del concierto.
LEA: Orquesta Sinfónica Nacional dará 74 conciertos en el 2017 y la mitad serán gratuitos
"Eso nos hace hace sentir felices. Que lo que nosotros hacemos tenga un propósito y un propósito tan intenso. Esta es una comunidad que rara veces recibe propuestas así", aseguró Gutiérrez. "Esto ayuda a hacer consciencia de que, todavía, esta gente está sufriendo. Costa Rica ve lo que pasó acá como algo que pasó. A nosotros ya nos pudo haber pasado pero está gente se está recuperando", dijo.
La Orquesta Sinfónica Nacional despedirá su temporada de Verano sinfónico este viernes 23 de febrero a las 7 p. m. en la iglesia de Tilarán de Guanacaste. El concierto será la última presentación gratuita antes de los conciertos de la Temporada oficial en el Teatro Nacional.