Cinco artistas costarricenses con consolidadas carreras se unieron en un nuevo proyecto musical para explorar más allá de lo que habían hecho en caminos separados, con sus bandas, en sus distintos géneros.
The Cursed, que recién lanza su disco debut, reúne la experiencia de David ÉSM (exvocalista de Sr. Tijeras), Juan Pablo Calvo (de Time’s Forgotten), Alfonso Pérez (Dream of Fire), Massimo Hernández y Abel Guier (de Gandhi y Mimayato).
Aunque conocen bien la escena del rock, el metal progresivo y el metal alternativo –donde se han desarrollado–, definen su música como rock pesado.
Las ganas de explorar, de reinventarse y de escucharse creando nuevos sonidos los motivaron a unirse en esta nueva empresa que se suma a sus ya apretadas agendas profesionales y personales.
¿Por qué lo hacen? Porque quieren. Aseguran que no tienen “nada que probar” como artistas, pero son conscientes de que el ojo público estará sobre ellos, precisamente por la trayectoria de cada uno.
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“Todos tenemos muy claro cómo se hace un brete bien hecho. Tomar la decisión de ser parte de esto no fue difícil, sacar el tiempo sí. Yo quiero ser baterista, pero no tener todo el estrés y el enredo que significa Gandhi, por ejemplo. Sin embargo, (este grupo) termina siendo la misma responsabilidad, porque la experiencia nos compromete a hacer un buen producto”, dijo el baterista Hernández.
“No se siente como una tensión de que alguien necesita probar algo, estamos aquí porque nos da la gana y lo estamos disfrutando”, agregó el vocalista David.
El álbum homónimo está cargado de sonidos pesados, pero a la vez melódicos. Es agresivo de primera entrada, pero se torna fácil saborear cada uno de los instrumentos. Las voces son dramáticas en su expresión, algo que se permite el cantante porque las letras son como cuentos fantásticos. “Es un trabajo que se ha tornado lúdico”, agregó ÉSM.
Las características de cada uno le han impreso un sello particular al disco. Se escuchan influencias de varios géneros, donde se conjugan a la perfección voz, bajo, batería y guitarras.
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Tocar con otros músicos, probar nuevos escenarios, provocar críticas e interactuar con distintos públicos alimenta a The Cursed. En el caso de Massimo y Abel, grabar un disco de metal era uno de los sueños a cumplir en su bucket list.
The Cursed está disponible en plataformas digitales como Apple, Bandcamp, Spotify e iTunes.
Primera idea
El que empezó con todo esto fue Calvo, quien es dueño del estudio Bushido Audio. Él ya había realizado algo con una línea parecida, se inquietó y buscó cómplices para armar su nueva idea.
“Quería probar con cierto tipo de rock pesado, stoner y doom, hacer algo con esos sonidos. Comencé con el reclutamiento de los demás, lo cual fue algo sencillo, orgánico”, dijo Calvo, quien en The Cursed toca guitarra. Es un instrumento que para él no era tan natural, ya que antes se había dedicado a los teclados.
Una llamada llevó a la otra. El primero en decir sí fue Fo (Alfonso), él y Calvo ya habían trabajado juntos, fueron los que montaron las primeras maquetas de las canciones. Luego se les unió David, a quien el productor conocía de un proyecto anterior; siguió Massimo, con quien Juan Pablo tenía mucha afinidad musical. El último en llegar fue Abel, por recomendación de su compañero en Gandhi.
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Grabación
Si bien The Cursed suena como un conjunto bien articulado, al principio cada parte vivió por separado: no fue necesario que los cinco se metieran a un estudio a grabar un mismo día. La experiencia de los artistas les permitió abordar con claridad una producción en la cual cada quien grabó su parte en casa; eso sí, siempre con la guía de Calvo (también productor e ingeniero de sonido). Cada uno sabía a la perfección lo que tenía que hacer.
“Si estoy trabajando con esta calidad de músicos, quería capturar su voz, que tuvieran la libertad de hacer lo que saben. Es más fácil estar en casa con su propio instrumento para pensar en los arreglos; es otra forma de generar música”, agregó Juan Pablo.
“La parte de la composición fue una interacción muy chiva. Era como un ping-pong de ideas: si algo funcionaba, estaba bien; si no, le dábamos vuelta otra vez”, explicó Alfonso.
Guier considera que la madurez de cada artista hace que las ideas fluyan. “Es una propuesta pesada, densa e intensa, retadora, divertida y conceptual. Es un rescate de influencias sumergidas en un sonido nuevo, pero a la vez no tan ajeno a mí, alimentado por cinco cabezas y sus diversas perspectivas y circunstancias que nos lograron reunir aquí”, dijo.
Desde la idea inicial todo ha cambiado por los arreglos. Lo que más les gusta al grupo es la variedad que lograron, que no está prejuiciado por cómo debería de sonar el disco según una etiqueta de género o de texturas. La estética es algo muy importante para la agrupación: desean que, en vivo, su presentación se vuelva una atmósfera envolvente de rock pesado desde todas las aristas.
“Sería interesante que la gente que ha seguido la carrera de Fo en el metal extremo se pregunten qué ira a hacer Fo con el c... de Gandhi (ríe). O la gente de Gandhi decir. ‘¿Qué está haciendo Massimo con el cholo ese?’ Eso es lo más curioso y lo más chiva que puede esperar la gente”, dijo Massimo.
Como artistas, ellos están seguros de su calidad. Confían plenamente en su material, lo disfrutaron y ponen su firma en que tanto el disco está bien hecho como en que la puesta en escena estará a la altura. Lo hacen por diversión, por cumplir pendientes, por descubrirse en nuevos retos.
The Cursed presentará su álbum el sábado 2 de diciembre en el bar y teatro Las Moiras, en San Pedro.
El concierto será a partir de las 8 p. m. y como grupo invitado estará Mimayato. Las entradas están a la venta en el sitio www.publitickets.com y valen ¢6.000 (con cargos). El día del concierto estará a la venta el disco físico y mercadería oficial de la banda.