La rica herencia musical del compositor español Antonio Soler será celebrada por la agrupación costarricense Syntagma Musicum.
El colectivo se unirá a un gran festejo internacional, en el que participan 85 grupos y solistas llamado Homenaje internacional al padre Antonio Soler – en el 230 aniversario de su muerte – a la música española de todas las épocas , informó María Clara Vargas Cullell, coordinadora del grupo.
La cita es coordinada por Manuel Ruano Sánchez, un experimentado musicólogo español.
En este encuentro en el que participarán artistas como el violinista belga Wibert Aerts, la pianista española Caridad Galindo y la organista argentina Sylvia Leidemann, Syntagma Musicum tendrá la responsabilidad de representar a Costa Rica.
Según informó Cullell en nuestro país esta fiesta en honor a Soler incluirá tres conciertos: uno este viernes, en el Centro Cultural de España (barrio Escalante), otro el martes en la Sala 107, de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica y el próximo jueves, en foyer del Teatro Nacional.
“En respuesta a la invitación del doctor Manuel Ruano, musicólogo español organizador del evento, el grupo ofrece un atractivo programa denominado Descubriendo a Antonio Soler, que incluye muestras de su repertorio más conocido, las célebres sonatas para clave, así como obras vocales que serán interpretadas por primera vez en el país. Sin duda, un programa muy especial con un grupo muy especial”, aseguró Cullell.
Nacido en 1729, en Olot, España, Antonio Soler es el más importante compositor de música instrumental de España de fines del siglo XVIII. El sitio de Internet Monografías.com asegura que a lo largo de su carrera Soler escribió un gran número de obras religiosas entre las que destacan sus diez misas, nueve Magnificats, 50 salmos, 16 motetes (breves composiciones) y cerca de 130 cantatas y villancicos.
“Fue un trabajador extraordinario, que, ocupado constantemente por su labor creativa e investigativa de la música antigua, dedicaba al sueño muy pocas horas. Maestro de clavecín del infante don Gabriel de Borbón, le dedicó muchas composiciones y le obsequió uno de los dos “afinadores” que construyó. Sus investigaciones musicográficas están comprendidas en los dos tratados que escribió: Llave de la modulación y Antigüedades de la Música. Falleció en el monasterio de El Escorial”, reseñó Marta Castegnaro en La Nación .