Cavalleria Rusticana y Pagliacci han estado unidas desde 1893; aparte de la historia, las une el vívido dramatismo y la alta exigencia que implica para sus cantantes.
En esta nueva temporada de la ópera con la Compañía Lírica Nacional vendrán tres invitados internacionales: los mexicanos Belem Rodríguez ( mezzosoprano ) y Carlos Galván (tenor), y el estadounidense Michael Corvino (tenor). Viva conversó con estos cantantes antes del estreno, que será el próximo jueves 20 en el Teatro Nacional.
Debido a que se presentarán ambas obras seguidas , y a que las dos tienen alta exigencia vocal, los invitados alternarán con los nacionales. El tenor Carlos Galván interpreta papeles en ambas: en Cavalleria Rusticana será Turiddu (el amante que juega con Santuzza, despechado por el matrimonio de Lola) y, en Pagliacci , Canio (el payaso traicionado por Nedda).
“Los roles de Turiddu y de Canio son muy difíciles para el repertorio del tenor porque las orquestaciones son muy densas. Se necesita de una voz potente para poder pasar por encima de ese sonido, aunado a que emocionalmente son muy fuertes”, comentó el tenor.
‘Cavalleria Rusticana’ tiene un coro bellísimo, ‘Regina Coeli’, una de las páginas más bonitas del repertorio coral, y ‘Pagliacci’ es de los coros más difíciles’, comenta la cantante. ‘Tiene muchos personajes. Los coristas se subdividen entre ellos mismos para ser personajes, cuentan con un coro de niños, porque no solamente es un coro mixto de adultos. Agrega una sonoridad mayor todavía a la ópera’, añade Galván.
La disciplina vocal se empareja con los requerimientos interpretativos de obras tan cargadas de dramatismo. “Son personajes que se tienen que abordar de una manera muy especial para no dejarse llevar por la emoción que cada uno tiene normalmente en la vida. Son muy complicado y requieren de mucha condición”, agregó el tenor.
“El canto es parecido a lo deportivo: se necesita condición y preparación para tener resistencia y enfrentar este tipo de personajes”, explicó Galván.
En compañía. Los coros cobran un papel preponderante en estas obras, como el célebre Regina Coeli en Cavalleria Rusticana , y los coros de niños y adultos en Pagliacci .
Paralos cantantes ha resultado ventajosa la comodidad que sienten con los músicos locales, como opina la mezzosoprano Belem Rodríguez: “Estoy gratamente sorprendida porque la Orquesta tiene un sonido muy bueno, muy unido. Que tengan esta orquesta de nivel mundial en este país tan pequeño y tan grande en cultura, con este teatro que es una joya, es maravilloso”, comentó.
‘El coro de Costa Rica está haciéndolo excelente. En una parte maravillosa el coro interactúa con Santuzza y es sublime, celestial; se llama ‘Regina Coeli’. Hay partes musicales hermosísimas. La música es maravillosa, además exigente, y el papel es emocional. Disfruto mucho estos papeles tan exigentes’, dijo la cantante.
Santuzza, su personaje, es una mujer burladay caída en desgracia. Es una mujer al borde del abismo moral de la épocay no tiene ya nada que perder; se corre el riesgo de que la emoción ahogue al canto.
“La voz te puede fallar. Puedes llegar a romper en llanto y tienes que controlarte, porque si no tienes autocontrol puedes perder la voz en mitad de la ópera, en mitad de una nota,, y se trata de rendir toda la función”, dice Rodríguez.
Es esa necesidad de un trabajo psicológico lo que atrae a los artistas a sus papeles. El barítono Michael Corvino ha diseccionado el carácter del villano que interpreta en Pagliacci , Tonio, un ser en perpetua tensión entre la ternura y la crueldad.
“Psicológicamente, uno debe combinar la persona poco brillante con la persona apasionada en sus sentimientos por Nedda”, explica. Tonio ve como Canio (Pagliaccio) la maltrata y quiere defenderla, pero ella lo desdeña. “Así, el hombre simple que cumple con su trabajo se ha convertido en un monstruo”, concluye Corvino. “Es importante mostrar la simpleza del personaje, luego su belleza emocional, la devastación emocional y, finalmente su ira; así obtengo una personaje redondeado”, explicó el artista.
Por su parte, los cantantes nacionales también tienen grandes expectativas para el estreno. Giselle Santamaría debutará en un papel protagónico en Costa Rica con su Santuzza: “Nunca había hecho en mi país un rol tan importante”. Es, además, un rol que ha interpretado antes, pero no es por ello menos demandante. “En cualquier ópera hay lapsos en que se puede descansar física y vocalmente, pero aquí no”, señaló.
Ernesto Rodríguez tenía ambas obras en su lista de papeles por interpretar. “Para enfrentar los papeles principales de tenor de estas obras se requiere madurez vocal, la madurez musical y, si se quiere, incluso emocional para poder preparar el personaje”, comentó.
Sofía Corrales destacó el compromiso histriónico exigido por Nedda. “Emocionalmente, a veces el personaje se lo quiere llevar a uno, pero uno debe mantener su posición. Lo estoy disfrutando muchísimo, sobre todo musical y vocalmente, puesto que me siento muy cómoda con mi voz interpretando mi papel”, detalló.