El nuevo piano Steinway & Sons, del Teatro Nacional, ahora sí está listo para lucirse en sus presentaciones; al menos eso es lo que valoraron tres de los pianistas que probaron el instrumento el martes, luego de que el técnico de los pianos hechos en Nueva York, realizara varios ajustes para corregir problemas en el tono y la regulación.
Los ajustes se realizaron el lunes y el martes; el encargado de hacerlo fue Kent Webb, jefe de servicio técnico y soporte de la fábrica Steinway & Sons, luego de que pianistas y Andrés Sáenz, crítico de música de
Manuel Matarrita, pianista con gran actividad artística, aseguró que el mecanismo que hace funcionar al piano (pedales, martillos, etc.) quedó en las óptimas condiciones que un instrumento de esta calidad debería tener.
“Es notoria (la mejoría del sonido)... ahora sí está en condiciones de usarse. El cambio (en el sonido) es grande, ¡ahora sí suena!, antes estaba como sordo, se le hizo el trabajo adecuado para que el piano pueda proyectar (su sonido)”, aseguró Matarrita.
Otro de los que valoraron favorablemente los cambios hechos fue Alexandr Sklioutovski, pianista y profesor universitario de piano. Él aseguró que el trabajo hecho fue “perfecto”; gracias a esto será un piano que podrá llenar con su sonido el Teatro Nacional.
“Yo lo toqué y comprobé que está bien, todos los problemas que tenía quedaron arreglados muy bien”, añadió el europeo.
Josúe González, pianista de 16 años con una carrera en ascenso, aseguró que anteriormente el piano “no tenía sonido”, incluso se lastimó la mano derecha practicando en este piano, al tener que ejercer más presión en las teclas para obtener un buen sonido.
“Es otro piano (tras los ajustes), ya suena como un Steinway & Sons, está muy bien ajustado. Ayer (martes) estaba perfecto, los agudos suenan. Ya ese piano es perfecto, no hay nada que pedirle”, agregó.
“No entiendo por qué si un piano viene en malas condiciones, se debe pagar (por su reparación)”, cuestionó Sklioutovski.
Consultada al respecto, Adriana Collado, directora del histórico teatro, aseguró que la garantía cubre defectos en el ensamblaje o construcción de alguna pieza, y ese no era el caso del problema que afectó al nuevo piano.
Collado detalló que la garantía del piano por cinco años sigue vigente, para los casos en que esta se aplique. Añadió que ahora están a la espera del informe técnico de Webb, además de los formularios para que el teatro adquiera un plan de mantenimiento con el fabricante, algo que la anterior administración no hizo.
“Era una compra enorme (el piano). El Teatro Nacional lo iba a hacer (adquirir el servicio) (...). No fue una cuestión adrede o falla de Jody Steiger (anterior directora del teatro)”, agregó Collado.
Al teatro le corresponde, ahora, realizar los trámites administrativos para adquirir el servicio, que incluye una visita anual del técnico; además, encontrar la forma de financiar el servicio. De forma preliminar, la directora espera que en enero ya esté firmado el contrato.
Webb aseguró que instrumentos como el piano del centenario teatro requieren al menos una visita de un técnico de Steinway & Sons, al año. Para él, y basado en su experiencia, las condiciones de humedad de Centroamérica siempre se deben tomar en cuenta.
Además, el técnico aseguró que no todas las visitas requieren ajustes tan importantes como el que efectuó en esta ocasión, pero sí son necesarias. A manera de ejemplo, explicó que una sala como el Carnegie Hall, de Nueva York, le da un mantenimiento anual a sus pianos Steinway & Sons.
Acerca de la importancia de un plan de mantenimiento, Webb detalló que no solo se trata de la visita del técnico; el fabricante aporta asesoramiento en la forma en que se puede dar mantenimiento preventivo al instrumento.
Acerca de este tema, Matarrita evaluó que para un piano nuevo, en las condiciones climáticas de Costa Rica, una visita anual no es suficiente; para él eso sería lo mínimo.
“A mi juicio deberían ser más frecuentes (las visitas de técnico), sobre todo porque me atrevo a asegurar que en muy poco tiempo se va a desajustar, eso suele ocurrir”, finalizó Matarrita.