10/12/2013. San José. Mercédes Rodriguez, violinista principal de la orquesta filarmónica se caracteriza en sus presentaciones por usar disfraces alusivos a los temas que se van a interpretar en el concierto ./Pablo MOntiel (Pablo MOntiel)
La inocente propuesta de Mercedes Rodríguez, concertina de la Orquesta Filarmónica de Costa Rica , de vestirse al estilo de la década de los 60 para un concierto, desató lo que es hoy una tradición: vestirse cada función con un disfraz alusivo a la música que interpretarán.
Todo comenzó en junio del 2011, cuando la orquesta dirigida por Marvin Araya realizó un homenaje a la música de los Beatles .
“Yo me dije: ‘Qué bonito sería vestir algo de la época’. Me puse un vestido negro, un dije con el símbolo de paz y amor, y a la gente le gustó tanto que la idea fue creciendo”, recordó la violinista.
Esa tradición la mantendrá viva el domingo y el lunes, cuando la Filarmónica ofrezca su ya tradicional concierto de música navideña. Estos se realizarán en el Teatro Melico Salazar.
Para este espectáculo, ya puso a su vestuarista a trabajar en algo que es navideño, pero totalmente distinto a lo que vistió en el 2012. Añadió que será una sorpresa, pero muy alegórica a la Navidad.
Costosa. La concertina no reveló cuánto invierte en cada vestuario o disfraz. Aunque, entre risas, aseguró que en ocasiones es más de lo que gana por las presentaciones, pero, lo hace con gusto con tal de ver a la gente feliz.
Desde junio del 2011 a la fecha, acumuló 15 pelucas y unos 11 vestuarios y no piensa detenerse.
Entre los más aplaudidos o recordados están su versión femenina de un Stormtrooper o soldado imperial de la saga de Star Wars ; el vestuario de Michael Jackson en la canción Billie Jean o su uniforme de estudiante del Colegio Hogwarts, de la saga de Harry Potter . Cada indumentaria se empleó durante uno de los conciertos temáticos de la Filarmónica.
“No solo pienso en los piropos, sino en la inspiración que puede ser; por ejemplo, con niños que están aprendiendo a tocar violín y se ilusionan muchísimo. Quiero que el público no vea a las orquestas como algo lejano y aburrido; este proyecto busca atraer a ese público que el da miedo”, afirmó.
Que la critiquen no le preocupa, ella tiene claro que la vida es muy difícil: las personas cargan con preocupaciones y problemas. Por eso, añadió, el deber de ella y los músicos es transportar a los espectadores a momentos llenos de felicidad, y la música es la herramienta perfecta para lograrlo.