Después de cuatro años de su debut en tierra costarricense, Jah Cure regresa al país este año, para presentarse en la discoteca La Rumba, en San Antonio de Belén, el domingo 1.° de junio.
El músico jamaiquino de reggae roots compartirá el escenario de la discoteca con los DJ costarricenses Soldier y Andru (de Black Sound CR), además del venezolano DJ Joe. Adicionalmente, como anfitriones del concierto –organizado entre First Class Productions y TNT– estarán Javier McDougall y Tyrone Brown.
La actividad comenzará a las 3 p. m. y será exclusiva para mayores de edad. Las entradas están a la venta en el sitio web SpecialTicket.net y sus puntos de venta, al precio general de ¢25.000; las entradas vip cuestan ¢35.000. En ambos casos, los cargos por servicio están incluidos.
La primera vez que Jah Cure visitó Costa Rica fue en junio del 2010, en el festival de reggae Irie Fest, celebrado en Torre Geko, Heredia. Ese día, también se presentaron Michael Rose (de Black Uhuru), Cultura Profética, Richie Spice, Pressure y Cali P.
Tras esa experiencia, dice recordar bien al público local, pues la primera vez que vino, sus fans se saltaron la barrera de seguridad para cantar con él, y a él le “encantó”.
La lucha. Jah Cure es uno de los artistas más particulares que han salido de la escena jamaiquina de reggae en los últimos 20 años, pues su hoja de vida está manchada por oscuros momentos, pero con el enfoque optimista propio de la cultura jamaiquina.
Se dio a conocer en 1997, con un sencillo colaborativo con su paisano Sizzla. Su popularidad creció con más sencillos, que le dieron la oportunidad de cantar en otros países.
Sin embargo, en noviembre de 1998, una mujer lo acusó de robo, posesión de armas y violación, y en 1999 lo condenaron a pasar 15 años en la cárcel. Desde el primer momento, Jah Cure se declaró inocente.
Legiones de fans se alzaron en huelga para pedir justicia por el caso, pero aquello no llegó a más. En cambio, el artista aprovechó la situación para hablar sobre la corrupción judicial y policial de Jamaica.
A la vez, topó con la suerte de que la cárcel a la que lo enviaron contaba con un equipo digital de grabación de audio, en el que los presos podían registraban discos y canciones. Ni lerdo ni perezoso, Jah Cure regresó a la música mientras estaba en la cárcel.
Detrás de las celdas, produjo tres discos de larga duración y una seguidilla de poderosos sencillos, muchos de ellos alcanzando altos lugares de popularidad en radio jamaiquina e internacional, y siendo alabados por la crítica especializada.
En una entrevista telefónica con La Nación, cuando se le consultó si tomaba la oportunidad de grabar música desde la cárcel como la razón por la que sobrevivió a las rejas, manifestó: “Yo sobreviviría en cualquier situación, porque nací para sobrevivir. Me adaptaría a cualquier situación para sobrevivir”.
En el 2007, Cure fue liberado. Esa semana, publicó otro álbum y un mes después dio su primer concierto tras quedar en libertad, ante miles de fans que aclamaban por su presencia.
Desde entonces, ha publicado dos discos más y uno que viene en camino, además de un sinfín de sencillos. A la vez, en ninguna de sus letras se ha dejado caer en el odio o en el arrepentimiento, sino en el positivismo.
“Yo le doy vuelta a la negatividad”, comentó en la entrevista. “La gente no gana mucho con la negatividad, porque las energías negativas no dejan mucho. Yo estoy en una misión para la gente, y mi vida está hecha únicamente de cosas positivas”.
En uno de sus recientes sencillos, Wake Up, Jah Cure le habla a la humanidad, y canta: “No es tiempo de darse por vencidos”, en referencia a las problemáticas mundiales.
“El mundo está caminando por momentos problemáticos; bueno, hemos pasado por problemas desde el comienzo de los tiempos, pero ha empeorado. Wake Up es un llamado a la gente para que se despierte, que sea fuerte con las cosas y que no se rinda en la vida; que mantengan su cabeza arriba siempre”, comentó.