La entrada al Estadio Nacional de la bandera de Costa Rica ondeada por un jinete sobre un hermoso caballo les erizó la piel a los ticos la noche del domingo en la inauguración de los Juegos Deportivos Centroamericanos San José 2013.
Algo que llamó mucho la atención fue la música de fondo que acompañaba aquella cabalgata: era el Himno a la bandera interpretado por el guitarrista Andrés Guzmán, sobrino del músico Carlos Guzmán (Gaviota).
Las notas del Himno, que fueron creadas por José Joaquín Vargas Calvo, se tornaron más “actuales” y se fusionaron con el sonido característico de una guitarra eléctrica, una Les Paul Epiphon , para ser exactos.
Andrés, un muchacho de 25 años, fue el encargado de darle unmatiz especial a la obra musical.
“Tengo influencias de rock progresivo y me gusta mucho hacer las cosas difíciles”, comentó el músico sobre el estilo que le dió a la conocida canción.
Para Andrés, quien forma parte de la banda Elegant View , esta fue la primera vez que tocaba el Himno a la bandera y se sintió muy satisfecho por el trabajo.
“Básicamente fue improvisación mientras hacíamos la grabación, los arreglos iban saliendo en el momento en que estábamos en el estudio”, aseguró.
Guzmán ejecuta el instrumento desde muy pequeño y su facilidad y buen trabajo hicieron que su tío Carlos lo eligiera para que fuera el encargado de tocar la canción.
“Lo escogí porque ha venido destacándose en la interpretación de la guitarra eléctrica, en este momento es uno de los músicos que mejor maneja el concepto de rock progresivo y además lo tenía muy a la mano”, aseguró el encargado de la parte musical del evento de inauguración.
Fluido. La grabación de la pieza se hizo en el estudio de Carlos, CG Musique, que está ubicado en San Francisco de Dos Ríos.
“Fue algo rápido, en cuestión de unos 40 minutos ya teníamos lista la grabación con lo que queríamos”, comentó Guzmán.
En un principio la idea fue darle un aire más juvenil al himno y se logró, aunque el cambio le creó cierta intriga a Guzmán, quien pensó que podía generar algún sentimiento de rechazo por parte de “la gente mayor”.
“Le pedimos la opinión a mucha gente porque tenía el temor de que el cambio de la música se percibiera ofensivo, pero resultó solemne. Ademá, tenía que ponerle bastante emoción porque iba acompañando el trote del caballo y no podía ser tan lento”, dijo.