Maite Hontelé se enamoró de la salsa desde joven. De hecho, la baila, pero no muy bien. Su ritmo lo lleva en los dedos, entre los cuales toma su trompeta como si fuera una extensión de su cuerpo para sacarle ritmos que no podrían ser más ajenos a su tierra natal, Holanda.
“Crecí en una familia en la que se escuchaba todo tipo de música pero, además, mi papá era coleccionista de son cubano y de salsa”, explicó en español impecable, que apenas deja entrever su tierra natal, mientras canta las palabras como lo haría cualquier otro colombiano.
Hontelé, rubia y con una estatura superior al promedio de ese país suramericano (1,90 m) empezó a abrirse campo desde sus 14 años en agrupaciones de salsa, pero ha pasado todo lo contrario: la salsa le ha tenido que abrir campo a ella para que exhiba su talento.
Su trompeta ha compartido escenario con voces memorables del género, como lo son Oscar D'León y Rubén Blades.
Como motivo de su visita para el Festival Internacional de las Artes, le tocará hacerlo con la Orquesta de Lubín Barahona , de la que será solista invitada en tres presentaciones.
Asimismo, para compartir su pasión y talento, ofrecerá dos talleres para músicos, cuya inscripción todavía no ha sido anunciada. Ambos los realizará en torno de la improvisación musical, de la cual es practicante rigurosa y en la que incorpora el uso de arpegios, sosteniendo su interpretación en la notas básicas de los acordes.
“Mi estilo no está basado en tocar virtuoso, yo quiero tocar melodías bonitas”, señala.
Los talleres de Hontelé quedan libres para la inscripción; el proceso probablemente se anunciará el lunes 6 de abril.
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