Para Jordi Antich, director artístico del Festival de Música Credomatic , no tiene sentido pensar en la música clásica como algo restringido, académico ni aburrido.
Este año, 25 años después de su primera edición, la fiesta musical que lidera llevará su arte a 28 sedes en varias provincias, con unos 40 conciertos (14 de ellos, gratuitos). Como otros años, el organizador espera que haya algo para que cualquier paladar musical encuentre algo atinado para su gusto.
Una vez que la música empezó a sonar, no hubo forma de detenerla. Según datos de la organización, en un cuarto de siglo del festival de música clásica más extenso del país , se han realizado 900 conciertos en 90 sedes, a cargo de 223 grupos y 1.500 artistas (entre ellos, 300 costarricenses).
Este año, la tónica será la fusión : tres de los siete invitados internacionales compartirán con agrupaciones costarricenses. El Gran Coro Académico de Rusia cantará junto con el Coro Académico Surá en dos conciertos, los sonidos barrocos de Le Baroque Nomade se cruzarán con los coloniales de Syntagma Musicum y la experimentación de Tahadi sacudirá al Cuarteto Hispano.
Los otros invitados extranjeros serán Orquesta Nacional Clásica de Andorra, el barítono Stefan Adam y el organista Roland Voit (Alemania), así como el Cuarteto Internacional de México, Tahadi (España) y el dúo Bednarz-Hiratsuka (Canadá y Japón).
Impulso. “El Festival surgió en 1991, a partir de las experiencias de una generación de músicos jóvenes que volvíamos de estudiar en Europa”, recuerda Antich. “En el momento, sentíamos la necesidad de reproducir necesidades y expectativas que teníamos en Europa, como festivales que tienen 200 años de mantenerse en un mismo lugar”, detalla.
Claro está, en Europa, los escenarios para estos encuentros son castillos, catedrales antiguas y anfiteatros romanos. En Costa Rica, lo obvio era llevar la música a la naturaleza –nuestro templo y patrimonio–. Por ello, se buscó que el encuentro se extendiese más allá de salas de concierto capitalinas y llegara hasta playas y montañas.
En esta edición, por ejemplo, se celebrarán conciertos en sedes en Rincón de la Vieja, Puerto Viejo, Manuel Antonio, Papagayo y Monteverde, entre otras comunidades rodeadas de belleza natural. “El patrocinador fundamental es Credomatic, pero tenemos una gran cantidad de empresas amigas y también organizaciones de las comunidades”, explica el organizador.
En algunos pueblos, el crecimiento ha sido integral. En Grecia, por ejemplo, la visita de expertos del órgano ha permitido hacer brillar otra vez el instrumento histórico local.
“El festival, evidentemente, ha aportado en cuanto a la divulgación y proyección del órgano y del espacio de la iglesia para que se extienda más allá de la localidad”, dice Orlando Vega, quien dirige el mantenimiento del aparato. Esta vez, tocará el instrumento el maestro Roland Voit en una presentación gratuita en la iglesia.
Por otra parte, las agrupaciones ticas consideran que el diálogo musical que propicia el festival puede motivar el arte nacional. “Será muy importante el ver cómo ellos proyectan, cómo manejan su instrumentos vocal; a nivel interpretativo será muy importante porque traerán gran música rusa”, dice Ángela Cordero, directora de Surá, acerca del Gran Coro Académico de Rusia.
Además, los preparará para cuando visiten el Conservatorio Chaikóvski en Rusia.
Dice Antich que la clave del éxito del festival ha sido mantener la calidad como prioridad, en vez del atractivo “masivo”. Su idea, afirma, es que las agrupaciones que asistan sean “un aporte al país, que a una persona que asista al concierto le quede algo más”.
“Tener invitados de calidad es muy importante. Nos permite ver, confrontar, escuchar, otros niveles”, destaca María Clara Vargas, coordinadora del grupo Syntagma Musicum.
“No es solo escucharlos, sino también tocar con ellos (Le Baroque Nomade). Esto nos permitirá intercambiar repertorio, un aprendizaje con respecto a actualización”, agrega la académica.
Son diálogos cuyos frutos agradecen asistentes y artistas. “Como músicos, cualquier encuentro con otros músicos, aunque tenga un lenguaje diferente, instrumentos diferentes, es como hablar otro idioma, como viajar”, expresa Eva Trigueros, del Cuarteto Hispano.
Consulte la agenda en cada sed e. Este año, el festival desea celebrar comprobando si mantiene su meta de educar y deleitar.