San José (Redacción). Los números cantan solitos sobre el panorama que esta tarde-noche se desarrollaba para los revendedores en las afueras del Estadio Nacional. Eran, por mucho, más los vendedores informales que los seguidores que se acercaron a buscar entradas para el concierto que mañana dará en ese recinto Lady Gaga.
Habían seis fans haciendo fila para el área de gramilla general, saltándose la regla de que la hilera de ingreso comenzará hasta la madrugada de mañana, y habían unos diez revendedores guareciéndose de la fuerte lluvia que a las 3 p. m. empezó a caer en La Sabana. Otros de esos vendedores informales de entradas se mantenían en los alrededores del estadio, o bien en la chica alameda de enfrente tratando de cazar compradores así fueran estos en sus autos.
“Este concierto no fue el boom que todo el mundo pensaba. Vea, para Iron Maiden, Metallica o para Shakira un día como hoy (24 horas antes del concierto) ya uno había vendido todas las entradas. Ahorita yo hasta acabo de decirle a un señor que me vino a ofrecer dos entradas para sombra que no se las compro”, dijo uno de los revendedores. Por obvias razones no dio su nombre.
La “pega” de entradas entre el lote que este robusto revendedor tiene está en el área de gramilla general. “Para mí esas han sido las más difíciles de vender; yo creo que es hay entradas muy caras y aunque hay baratas no son tan buenos lugares”, dijo el revendedor.
A este revendedor le quedaban 15 entradas por colocar. Ese número parecía no ser algo que pueda desesperar a alguien; pero el vendedor aclaró: “A mí quedan 15 todavía y somos como 200. Diay, saque cuentas”. Si se aplica la fórmula tendrían aún, solo entre ese lote de revendedores, unos 3.000 boletos.
Él, y sus otros compañeros de colocación informal de entradas, tienen la esperanza de que mañana, el mismo día del concierto, los boletos que tienen puedan resultar apetecidos.
“Siempre hay gente que se espera hasta el puro final para comprarnos la entrada. Yo creo que mañana fijo sí podemos vender algunas de las entradas”, dijo otro de los revendedores, mucho más alto y espigado que su compañero, y que tampoco dio su nombre.
Al filo de las 5 p. m. la mayoría de los revendedores se preparaban para partir del lugar. El plan de ellos es empezar a llegar mañana al Estadio Nacional desde las 7 a. m. una vez que las filas ya estén formadas y se acerquen también aquellos que por fiebres, o tan solo por curiosidad, quieran ver lo que propone la Mamá Monstruo.
Las entradas para este concierto cuestan: ¢36.000 (gramilla de pie); ¢87.000 (graderías este y oeste); ¢102.000 (gramilla vip). Estos son los precios con los cargos de servicio ya incluidos. Zona Credomatic (solo tarjetahabientes de esa compañía) ¢51.000.