Las ramas del Coro Surá se han extendido en múltiples direcciones a lo largo de 25 años: han cobijado el repertorio clásico y la música popular por igual, y así han recogido en aplausos el fruto de su esfuerzo. El coro que toma el nombre del fino árbol festejará su trayectoria con un concierto cargado de sorpresas en el Teatro Nacional.
Con la mezzosoprano Elena Okolysheva, profesora del Conservatorio Chaikóvski y solista del Teatro de la Ópera Bolshói de Moscú, como invitada internacional, y dos estrenos mundiales, la del domingo promete ser una cita para recordar.
Cumpleaños. “Para nosotros, esta es como una celebración de cumpleaños”, dice Ángela Cordero, directora del coro. Esta agrupación ha experimentado con el arte coral en una serie de conciertos internacionales, discos compactos y presentaciones especiales en las que han colaborado múltiples artistas.
De este modo, en el concierto del domingo, participarán la Orquesta de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica, la Banda de Conciertos de San José , solistas reconocidos y exmiembros del coro, interpretando clásicos del repertorio de Surá.
Además, se estrenarán dos obras: el coro neotonal a ocho voces Lux Aeterna , del español Pedro Vilarroig; y Hasta que nos volvamos a encontrar , una pieza que compuso el pianista Manuel Matarrita para la agrupación de la que formó parte.
Entre los clásicos del coro se encuentran extractos de la Misa criolla , del argentino Ariel Ramírez. “Invitamos a un grupo especial de los que cantaron y ya no están en el coro; los llamamos para que todo sea igual (a cuando se estrenó)”, dijo Cordero.
Otro clásico será Caña dulce .
“ Caña Dulce fue la primera canción que el coro ensayó el 21 de mayo de 1988 a las dos de la tarde”, comenta la directora.
“Lo que nos mueve es hacer música nueva, que nunca se haya hecho. Nos encantan los retos”, destaca la directora.
Elena Okolysheva ha sido su amiga desde que coincidieron en el célebre Conservatorio Chaikóvski. Se perdieron la pista por años, pero ahora, en feliz reencuentro, Okolysheva festejará al coro con obras de Pietro Mascagni, Julius Caccini, Serguéi Prokófiev y una canción tradicional de su país.
Okolysheva está acostumbrada a las luces del escenario, pues ser solista del Bolshói la ha llevado por todas partes. “El Teatro Bolshói es muy grande; siempre tiene una gran orquesta, tiene grandes escenografías. Para mí, siempre lo más importante es que cada vez que salga, sea como la primera vez. Así se tiene que sentir: que es la primera vez que está presentándose, porque hay gran exigencia”, comenta.
La cantante comenta que, para poder interpretar las canciones correctamente, no hace falta solo dominar la técnica, sino conocer la letra a profundidad y su historia.
El vestuario que usaban en la época, qué literatura se leía... Debe partir de ese principio, desde las bases. Se va subiendo, y después de ese estudio, de todo lo que se ha leído y se ha investigado, sabe cómo debe comportarse en el escenario, qué tiene que hacer.
“Además de esa parte histórica, el compositor pone sus anotaciones: lo que él quiere que se haga con la música. Una vez que se lee todo esto, viene la parte de la inteligencia musical, con la cual se hace la obra de arte”.