Siempre es un placer descubrir nueva música. Para el alemán Walter-Michael Vollhardt, es una consigna: viaja como chelista y director por Europa, África y América, siempre motivado por jóvenes y curiosos músicos.
Esta noche, a las 7 p. m., se presentará en la Sala Cullell de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica, junto con el pianista Fernando Zúñiga.
El programa incluye obras poco tocadas en Costa Rica de Frank Bridge, Gaspar Cassadó, Peteris Vasks-Grammata, Astor Piazzolla y Richard Strauss. “Los estudiantes deberían aprender repertorio nuevo y siempre me gusta presentarles nuevas composiciones a los jóvenes”, dice Vollhardt.
“Es un gran artista. Siempre es muy enriquecedor poder colaborar con él. He tenido varios meses de preparación, pero ha sido un trabajo muy rápido: en tres ensayos montaremos este programa, que es muy demandante”, dice Zúñiga.
Vollhardt fue el director invitado de la Orquesta Juvenil Centroamericana en Guatemala y Nicaragua la semana pasada. En Panamá y Costa Rica, por invitación de las respectivas embajadas alemanas, imparte clases maestras.
¿Por qué viaja por América? “Es principalmente por el hecho de que en esos países aún hay mucho que se puede construir”, dice Vollhardt. “Me gusta crear nuevo desarrollo musical con jóvenes que están muy motivados e interesados en la música clásica, y que aun no están ‘arruinados’ por quinientos años de nuestra herencia musical europea. Su curiosidad es mucho más fuerte y su voluntad de aprender algo nuevo es mucho mayor”, añade.
Sin embargo, ha identificado algunas carencias. “En Centroamérica, a veces no hay profesores permanentes. Hay muchos cambios de maestros, y muchos enseñan varios instrumentos”, lamenta, aunque destaca que, para el pedagogo, la variedad enriquece la labor.