D e pie y agitando los cuerpos durante 90 minutos, así tuvo Carlos Vives a quienes se dieron cita el miércoles, en un concierto que destiló puro sabor colombiano.
Tras una exitosa participación de Jorge Celedón, quien cantó para el público por casi dos horas, y un intermedio con el equipo de Pelando el Ojo, las luces se apagaron.
Como si fuera una invocación, un video llevó al público a lo interno de las montañas colombianas, donde un chamán le hablaba a Vives y le decía que su misión en esta vida era llevar la esencia de su país por el mundo.
Lo cumplió. El concierto destiló la esencia cafetera con música e imágenes de barrios, ciudades y costas, que hicieron que más de un colombiano bailara las notas de Quiero verte sonreír, apretándose el pecho, como si se imaginara de nuevo en casa.
Y es que, aunque se suponía que este era un concierto íntimo, este samario no dejó nada en casa.
De la mano de una banda en la que brilló la participación del acordeonista Egidio Cuadrado, no hubo cuerpo que se resistiera a agitarse ni garganta que osara a no cantar temas como Déjame entrar, Como le gusta a tu cuerpo , o el clásico Pa Maité.
“¡Profesor Pinto!”, con esa exclamación, Vives saludó al director técnico de la Selección Nacional que se encontraba entre el tumulto. Todos lo ovacionaron.
Ahí calló La gota fría , interpretada en una versión mucho más extensa y con una sabrosa instrumentación. Vinieron después temas como Bailar contigo y el Pollo vallenato , una composición de Luis Enriquez Martínez, amigo cercano a la familia de Vives.
El hermoso sonido de las gaitas colombianas, sumado a las maracas y las cuerdas de las guitarras rasgándose a toda velocidad, anunciaron la llegada de otro de los éxitos del artista: Fruta fresca.
El concierto estaba en lo más y mejor. El que no iba acompañado, bailaba solo, y el que quería pareja, con bebida en mano, hasta cruzaba del área preferencial al general con tal de conquistarla, al ritmo de La foto de los dos .
Un tributo a los artistas colombianos fue rendido con el rock vallenato Como tu , que se interpretó en medio de fotografías gigantes de artistas como la banda Aterciopelados, Juanes, Shakira, Fonseca y hasta de la Selección Nacional de Colombia.
La unión entre nacionales y suramericanos fue celebrada con La tierra del olvido, un tema interpretado a dúo por Debbie Nova y Carlos Vives.
“Muchas gracias por todos estos años; es un honor y un deber trabajar por todos”, dijo el artista.
Las emociones del momento se exaltaron cuando en medio del coro que dice Tu tienes la llave de mi corazón , aparecieron fotografías de Jorge Luis Pinto, la Selección Nacional y la Bandera de Costa Rica.
El reloj llegaba a la medianoche cuando comenzó la despedida con En el mar de sus ojos y Quiero casarme contigo.
“Somos felices en Costa Rica. Para no olvidar nuestros encuentros. Gracias”, dijo el artista, en medio de una lluvia de papelitos color plata.
Aunque las luces se apagaron y muchos salieron en estampida, los más entusiastas se agruparon frente a la tarima y pidieron más.
Como un buen encuentro entre paisanos, todos los cantantes del encuentro fueron citados a escena. Fue así como Celedón, Vives y Debbie Nova cantaron Matilde Lina y El cantor de Fonseca, que puso cierre definitivo al concierto.