Ludwig van Beethoven y Dmitri Shostakóvich reinarán en el IX concierto de la Temporada Oficial de la Orquesta Sinfónica Nacional , que se realizará este viernes, a las 8 p. m. y se repetirá el domingo a las 10 30 a. m. en el Teatro Nacional.
Su legado se escuchará en la interpretación de las obras Sinfonía No. 3 en Mi bemol Mayor , Op. 55 , conocida como Heroica, de Beethoven, y el Concierto No. 1 para violonchelo , Op. 99, de Shostakóvich.
El solista que acompañará a la Sinfónica en esta travesía será el chelista Andrés Díaz.
Este instrumentista es graduado del Conservatorio New England y ha tocado al lado de orquestas sinfónicas como la de Atlanta, Milwaukee, Seattle, Chicago, The Boston Pops y la Americana.
Guiará a la Sinfónica Nacional y a su invitado, uno de los viejos conocidos de la agrupación, el maestro Irwin Hoffman, quien fue el director titular de la orquesta entre 1987 y el 2001.
Sobre las piezas seleccionadas para este noveno concierto, el director aseguró que la sinfonía de Beethoven muestra la admiración hacia la fuerza de los seres humanos en su búsqueda de libertad.
“Beethoven escribió esta obra para Napoleón Bonaparte, porque sentía que él le proporcionaba libertad y democracia a muchos países; sin embargo, luego, cuando supo que Napoleón se autodenominó emperador, él quitó la dedicatoria de la obra. Él estaba tan desilusionado que pensó : ‘es un político más’”, aseguró el director.
Agregó que esta es una pieza de gran magnitud, a tal punto que dura unos 52 minutos.
En cuanto a la obra de Dmitri Shostakóvich, dijo que es una pieza hermosa, sumamente accesible para los espectadores.
Reencuentro. Ha pasado un año y seis conciertos desde que Hoffman regresó como parte de la lista de directores invitados, quienes frecuentemente participan con la orquesta.
“Estoy muy feliz de dirigir nuevamente a esta orquesta. Antes de este último año, no la había dirigido por un lapso de 10 años”, aseguró este maestro que ha dirigido a agrupaciones en Colombia, Hungría, China, Venezuela, Serbia y México, entre otros países.
Añadió: “Después de ese periodo, el año pasado fui invitado a dirigir un concierto con grandes obras como la obertura de la ópera Benvenuto Cellini, de Héctor Berlioz; la Sinfonía Matías el pintor , de Paul Hindemith, y la Sinfonía N.° 6 , de Piotr Ilich Chaikovski. Recuerdo que, desde los primeros minutos del primer ensayo, fue como si esos diez años no hubieran pasado. Ahora, en estos nuevos viajes con la orquesta, cosechamos el resultado de todos estos años que hemos trabajado juntos y profundizamos en esa relación en la que la música beneficia a ambos”.
Pese a que su nombre ha figurado fuertemente en el último año en diferentes espectáculos de la orquesta, el artista enfatizó que esto no significa que volverá a ocupar la silla de director titular.
“Mi vida tiene su significado como director de orquesta, lo que yo hago es lo que puedo controlar en términos de música. Yo no puedo hablar sobre un regreso porque es algo ajeno a mi control”, dijo.