Los actores y directores de teatro Rodrigo Durán Bunster, Patricio Primus y Lucho Barahona son tres de los muchos chilenos que llegaron a Costa Rica escapando de la represión que se vivía en su país, tras el golpe militar del general Augusto Pinochet (1973).
A ninguno de los tres se le olvida la noticia del asesinato de su paisano Víctor Jara.
Ellos lo conocían no solo porque ya tenía la dimensión de figura pública, sino porque trabajaron a su lado, de una u otra forma, y eran parte del movimiento artístico chileno.
“Fue muy doloroso porque Víctor era una persona muy querida, que hizo un gran aporte cultural. Al caer Víctor sentíamos que cualquiera de nosotros podía ser el próximo”, recordó Primus, quien es actor y director.
La muerte de Jara fue algo que marcó a Barahona. Fueron compañeros en la carrera de Teatro, y fue uno de los primeros directores que tuvo Barahona; recuerda que aquel mítico artista era muy buen director de actores.
Durán Bunster también estuvo bajo la dirección de Jara en al menos tres ocasiones.
“Fue un excelente alumno de dirección teatral, cuando yo ingresé a la Escuela de Teatro, él estaba finalizando su carrera. Era un excelente director, no hacía alardes. Cuando tenía que trabajar con un actor en especial, lo llamaba aparte”, recordó el actor Durán Bunster.
Los tres artistas insistieron en resaltar la gran calidad humana y sencillez que transmitió en todo momento Jara.
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