La vitalidad de la música clásica se reafirma con álbumes tan sólidos como los que prodigaron orquestas y agrupaciones de toda índole este año. El 2015, prolífico y variado, nos deja tesoros.
Prueba de la mezcla de lenguajes musicales que producen excelentes resultados fue un espléndido conjunto de discos del pianista ruso Igor Levit: Bach: Goldberg Variations, Beethoven: Diabelli Variations, Rzewski: The People United Will Never Be Defeated!
Esta última parte del álbum presenta 26 variaciones de la canción revolucionaria famosa en Chile, con rapidez, control y destreza inusuales.
Lo más tradicional también produce resultados sólidos. El mundo de la ópera saludó Verdi: Aida , una grabación de estudio con Anja Harteros y Jonas Kaufmann al frente del Coro y Orquesta de la Academia Nacional de Música de Santa Cecilia.
Verdi, verismo y bel canto reciben una sólida interpretación de Diana Damrau en ‘Fiamma del Belcanto’. Nadine Koutcher, soprano, Alexei Svetov, barítono y Music Aeterna, dirigidos por Teodor Currentzis, realizaron una antología de rara calidad de Rameau en ‘The Sound of Light’.
Otro álbum notorio fue Baroque Splendor , en el que el maestro Jordi Savall dirige a destacadísimos músicos en un repaso de uno de los monumentos del barroco, Heinrich Biber.
Hablando de pináculos, la Sinfonía n. ° 10 de Shostakovich recibió un tratamiento de lujo con la Orquesta de Boston, bajo la batuta titular, Andris Nelsons.
Críticos de NPR, The Guardian , The New York Times , The Telegraph y otros destacan nuevas grabaciones de obras de Bach, Alban Berg y John Adams, entre otros, como Schumann. El pianista Grigory Sokolov lanzó Mozart: Sonatas; Chopin: Preludes en dos discos, doble joya.
El pianista Alexandre Tharaud lanzó un delicioso repaso de Bach en ‘Goldberg Variations’ tras nueve meses exclusivamente dedicados a su estudio. La Orquesta de Leipzig cerró el ciclo de Ricardo Chailly de Brahms con ‘Brahms: Serenades’, trabajos de una época temprana del compositor que, no obstante, ostentan ambición y profundidad en oscuras notas.
Dos compositores contemporáneos tuvieron éxitos: Anna Thorvaldsdottir, con el ensueño In the Light of Air , y la mezcla de jazz y música del siglo V de Tigran Hamasyan ( Luys I Luso ).
Hen to Pan , con obras de John Zorn, es una incandescente grabación de este prolífico y potente compositor.
Ticos. La música clásica goza de buena salud en Costa Rica, pero la grabación escasea. Este año se publicaron Benjamín Gutiérrez. Su música (Orquesta Sinfónica Nacional), Voces , con obras de seis autores (Orquesta Sinfónica de Heredia), y el primer disco en 20 años de Syntagma Musicum, De aquí y de allá.
Con más música de compositores nacionales y otros países, se presentaron Las memorias de Sibö (Marvin Camacho y Quinteto de Maderas Kaltak), Como brisa de montaña (Carlos Castro y Óscar Jiménez), entre otros.
Además, en géneros experimentales, se editaron Minimal Aggressions (Susan Campos), blinded (The Wiesengrund Project), entre otros lanzamientos digitales y físicos.