Al invitado de honor hay que ensalzarlo y, sobre todo, si se trata del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Lo usual es que cada vez que el mandatario visita un país, su avión Air Force One regresa cargado de costosos y hasta extraños objetos.
Hace tres semanas, el Departamento de Estado reveló la lista de obsequios que Obama y su familia recibió en el 2011.
Uno de los presentes que levantó más críticas fue el iPod Shuffle, con memoria de 2 GB, que recibió por parte de Australia.
“Pareciera que la primera ministra Julia Gillard no podía pagar por el iPod Nano o el iPod Touch”, señaló el blog Washington Whispers , del U.S. News.
Otro de los curiosos objetos que aparece en la lista es una bicicleta de bambú hecha a mano, cortesía de José Cusia, embajador de Filipinas. El artefacto está valorado en $1.060 (¢535.000, según el tipo de cambio actual).
El más costoso presente para enaltecer a Obama fue una escultura de una máscara color azul, cuyo valor estimado asciende a los $52.695 (unos ¢27 millones).
El artículo fue ofrecido por Ali Bongo, presidente de la República Gabonesa. Según datos de la Unicef, el 40% de la población de ese país africano vive por debajo del umbral de la pobreza.
Sin embargo, quienes más han invertido en regalos son el expresidente francés Nicolás Sarkozy y su esposa Carla Bruni, quienes enviaron accesorios de golf, bolsos de lujo, lámparas y chocolates.
Pese al encanto de los regalos, las leyes impiden que Obama se quede con ellos. Todos deben ser trasladados a los Archivos Nacionales, pues devolverlos implica una ofensa diplomática.
El más simpático. Malia y Sasha Obama, las hijas del presidente, fueron agasajadas por el senador Edward Kennedy en el 2009. Ellas recibieron a Bo, un perro de aguas portugués de seis meses.