La noche del martes 21 se celebró en el cine Magaly, en San José, los premios Pride Awards , cuya misión es reconocer el talento y el arte de la comunidad LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas e intersexuales).
Al finalizar la gala, la alfombra de la sala de cine estaba cubierta por uñas y mechones de colores rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y violeta. En el baño de mujeres reposaba entre los lavamanos un anillo ajustable dorado con perlas.
Las butacas de repente se hicieron pequeñas para semejantes vestidos, confeccionados no para una noche en el cine, sino para una velada mágica, en la que nadie iba a pasar desapercibido.
El primer premio fue uno no oficial, otorgado por las majestuosas animadoras Dana Jhoy Borgia y Tamara Miranda.
Ellas se encargaron de exprimir una dosis necesaria de locura en el escenario, con chistes sobre la gordura y lo difícil que fue abandonar las visitas a un restaurante de pollo frito.
La categoría se llamó Pegando porte y la vara , y la ganadora fue Ilandra Scavo. “El año pasado fui nominada y no gané nada, y este año no y gané”, dijo Scavo, mientras recibía su premio: una larga y muy robusta yuca.
El gran baile. La presentación de baile a cargo de la compañía The Rainbow Troopers, se encargó de dejar un mensaje muy concreto a través de un lazo negro en la inmensa pantalla del cine. A pesar de las carcajadas que perduraron toda la noche, algo dolía.
“Esta noche está presente el sufrimiento, seguimos luchando por nuestros derechos. En el fondo tenemos mucha tristeza”, comentó Candi Iser, presentadora y nominada en la categoría a mejor transformista bailarina.
“El incidente en el club gay de Orlando, Florida (en el cual asesinaron a 49 personas), nos dejó el corazón roto. Esta noche es también por los que fallecieron, y los que no. Esto es para demostrar que seguimos luchando, y que somos cualquier cosa menos invisibles”, agregó Iser.
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A este discurso se le unió la activista Shi Alarcón, quien recibió un galardón en nombre de la organización Invisibles Costa Rica .
“Esto es para todos los que piensan que no existimos. Acá estamos, y lo vamos a demostrar en la marcha de este domingo”, declaró Alarcón.
Más ganadores de la noche fueron Nikole Drag, por drag queen del año; Dana Jhoy Borgia, por mejor transformista cómico; Eka, por mejor transformista del año; Jean Paul Sotil, quien practica fisicoculturismo, recibió un premio por representar la comunidad LGTBI en el mundo del deporte, y agradeció dejando claro que “los límites los imponemos nosotros”.
El premio a cachetada del año lo recibió el filme Toque de lo alto , protagonizado por Hanzell Carballo.
¿El anillo? Una vez que noté el anillo en el baño pensé en buscar su dueña, pero a media premiación la tarea era imposible. Mejor lo guardé dentro del bolsillo, como un recordatorio de lo que esa noche representó: una comunidad unida que nadie nunca podrá callar.